De las pocas luces, el cadalso, la guillotina y la rotonda de Carpio Esta mañana tomando café, me encuentro en la cafetería de la Consejería con un Delegado de Toledo que con frecuencia va a la zona de Talavera, está hablando con asesores y personas que van y vienen, un día si y otro también de Talavera a Toledo y vuelta. Comentan la quiniela que han acertado en Carpio, y hablando del tema la conversación deriva a otros derroteros. Uno apunta los cambio que se han producido en Carpio, vistos siempre desde la carretera. Apuntaba que antes Carpio era el pueblo más iluminado de la zona, que desde lejos, antes de visualizarlo ya se veía el resplandor de las luces de sus calles alumbradas. Las luces disminuyeron de intensidad, pero empezó a verse iluminada la torre de la Iglesia siendo nuevamente un referente en la carretera. Más adelante en el tiempo, se veía iluminada la fachada de la iglesia y unas columnas de luces que apuntaban hacia el cielo. Hace dos años Carpio se apago, ni luces en las calles, ni iluminada la torre de la iglesia, ni la fachada a lo lejos y las columnas de luz que apuntaban al celo también se apagaron. Al notar mi presencia uno de los contertulios me pregunta ¿Qué ha pasado en tu pueblo?; les digo que son cosas del Ayuntamiento Popular que tiene otra forma de ver las cosas, y en concepto de luces tienen pocas, es verdad y a la vista está. Otro de los usuarios de la carretera Talavera Toledo y viceversa, comenta el (mamotreto (palabra mía)) que han puesto en la rotonda del cruce de la carretera con la de la Mata. Ellos lo llaman la guillotina, pues dicen que hasta que no estás encima parece un cadalso con su guillotina, y cuando están encima no saben que cono es. Esperemos que solo parezca un cadalso con una guillotina y no se convierta en un cadalso donde algún automovilista se deje la cabeza en él.
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