VERSOS - EL POBRE El pobre que había siendo yo pequeño, nada de halagüeño jamás recibía. Era un pobre, pobre que nada tenía y sólo pedía a aquel que le sobre, quizás un mendrugo a la misma gente que ya anteriormente le sacaba el jugo, pues sólo trabajo había acumulado, habiendo quedado cual triste pingajo. Los ojos hundidos, la boca apretada, la espalda curvada, los brazos caídos, el pelo canoso, las manos callosas, las piernas premiosas y andar fatigoso. Enfermo de todo y dueño de nada, su vida pasada pasó de ese modo. Y pasan los años con la enfermedad, merced a su edad y sus desengaños. En la casa que antes puso tanto empeño, su maldito dueño le echa con desplantes y nada cercano le dice muy seco, aunque le ve enteco, Dios te ampare, hermano. Cristino Vidal Benavente. Mi blog: cristino-poesia.spaces.live.com |