VERSOS - EL PASTOR CASTELLANO Vieja estampa de mi tierra, filósofo que silencia, de soledad quintaesencia, que en el llano y en la sierra respira la libertad y el olor a tierra madre, que en el campo busca encuadre para encontrar la verdad. El perro es su compañía, por música los cencerros, que más que sonido a hierros le suenan a melodía. Por techo el azul del cielo, del río prefiere el vado, lleva en su mano un cayado y si duerme es en el suelo. Es tranquilo y pacienzudo, los nervios no los conoce, por lo que no tiene un roce, aunque a veces es tozudo. Habla poco y piensa mucho y como el tiempo le sobra pone manos a la obra y a tejer, que en eso es ducho. Tiene la vista de halcón y oteando el horizonte, ni en el llano ni en el monte se le escapa ni un ratón. Recorre mucho camino, trochas, veredas y atajos, por lo cual tiene zancajos tan fuertes como el equino. Cada piedra, cada mata se sabe el lugar que ocupa, pues parece que con lupa las ve, las mira y retrata. En el comer es frugal, que con poco se conforma y siempre siguió la norma que rige en lo monacal. Cristino Vidal Benavente. |