VERSOS - MÁXIMAS XI Si lo sabes no lo dudes, si lo dudas, no lo sabes; te regalo estas dos claves para adornar tus virtudes. Malo es presumir de algo, si de nada es aún peor, pues es del mismo tenor que ganar corriendo a un galgo. La enemiga de la envidia dicen que es la caridad igual que a la libertad se le opone la desidia. Grande será la caída del que se sube más alto, pues de lo bajo, en un salto llegas al suelo enseguida. Escápate de la trampa que te tienda la tristeza; te aseguro con certeza que siempre que llueve escampa. No hay por qué huir de la muerte que de todos modos llega, lo malo es que en la refriega te toca la peor suerte. La felicidad si viene y luego pronto se va es que contigo no está tan bien como la conviene. La dicha que estás buscando a veces se queda atrás y es que tan ligero vas que la terminas pasando. Con los débiles muy fuerte, con los fuertes débil es; precisamente al revés es como quisiera verte. Si el gritar te hace más fuerte no cesarás de gritar y siempre vamos a estar amilanados de verte. Llorando a este mundo vienes y después sigues llorando tanto que te estás secando porque lágrimas no tienes. Procuro hacer siempre el bien y si alguno tiene duda el criticarme no eluda, que a callarle no soy quien. “Pedid y se os dará”, dice el Evangelio Santo, pero algunos piden tanto que pronto se acabará. Por verdes praderas ando, me baño en río cristalino, del jilguero escucho el trino, o estoy mintiendo o soñando. Todo no es malo en la gente, que algo bueno ha de tener; para verlo esto has de hacer: mirar detenidamente. Cuando vienes y me gritas, por no querer contestar no te vayas a pensar que así la razón me quitas. Política y corrupción suelen andar de la mano, como Rómulo y su hermano que parece que uno son. De libertad andamos mal, dicen que te satisfacen, pero lo único que te hacen es cambiarte de bozal. Si te halagan no te crezcas, porque siempre los halagos te harán pasar malos tragos aunque no te los merezcas. Si tus amigos eliges hazlo con mucho cuidado que cuando te dan de lado lo lamentas y te afliges. Hacen ver que están en vilo engañando con su argucia, echando con mucha astucia lágrimas de cocodrilo. Es hora de decir ya que si una desgracia viene, siempre da el que menos tiene y el que más tiene no da. Siempre fue por unos pocos por los que el mundo cambiaba, pero antes se les tildaba de visionarios y locos. Lo que sepas, pásalo siempre que sea cosa buena y si no vale la pena lo dejas y olvídalo. Pídele al cielo su ayuda, sólo la que necesitas, que si insistes se la quitas a aquél que a lo mismo acuda. Cristino Vidal Benavente. https://ristino-poesia.spaces.live.com/
|