El Carpio de Tajo - Toledo

Son manos de terciopelo
cuando mi cuerpo acaricias
y el Jardín de las Delicias,
que está en el Séptimo Cielo,
me haces vivir, por el celo
que pones cuando lo haces,
sumergiéndome en las paces
que tu presencia conlleva
y hasta el cielo se me eleva
el placer; tal me complaces.


Si me ronda la tristeza
tratando de aposentarse
en mi ánimo y anclarse
para siempre en mi cabeza,
tus manos con gran destreza
acuden prestas al reto
y me hacen de parapeto,
impidiendo que se implante,
saliendo siempre triunfante
sirviéndome de amuleto.

Otras veces, de tigresa
se vuelven si estás celosa
con modos de belicosa
si ves que el aire me besa,
que quieres que siempre presa
mi alma contigo viva
y te muestras agresiva,
por no poder soportar
que pueda merodear
algo extraño en mi deriva.


Cristino Vidal Benavente.



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