CAJÓN DE SASTRE - MÁXIMAS VIII MAXIMAS VIII Si las cosas no ves claras es mejor retroceder, no te vayas a meter en camisa de once varas. Apúntate al ganador, que aunque a ti no te parezca es posible que merezca de todos ser el mejor. Cuando te quieras vengar sopesa bien tu venganza, por si rebota y te alcanza y la tienes que tragar. Olvídate de la historia que haya escrito el vencedor, pues cambiará sin rubor parte de su trayectoria. A la que escriba el vencido no le concedas valor, que la escribe con rencor porque vencedor no ha sido. Luego, la gente erudita como quiere la interpreta y según su camiseta aquí pone y allí quita. Aquel que acabas de ver derrochar valor sin tasa, luego, cuando entra en su casa, se achanta ante su mujer. La mentira es algo tuyo que conviertes en verdad y niegas la realidad de los otros por orgullo. No quieras representar lo que nunca podrás ser, pues todo el mundo ha de ver que nunca podrás llegar. Lo que prometiste ayer todavía no has cumplido. Hoy de nuevo has prometido, se te da bien prometer. Pon alegría en tu trato, pues te va a costar igual tratar bien que tratar mal y quizá sea más barato. Si vienes con alegrías hazlo con alforjas llenas; para desdichas y penas son suficientes las mías. Lucha por tu libertad y líbrate de caer en demagogias y ser libre, pero de verdad. Si no quieres ofender cállate tu pensamiento, pero ni un solo momento busques aplauso en ceder. Lo que pensabas ayer es posible que hoy ya no; si es así es porque cambió tu modo de proceder Si me invitas a un negocio lucrativo en demasía, pero sucio, te diría que nunca entraré de socio. Me adelantas muy ufano y te voy a recordar: no por mucho madrugar amanece más temprano. Si acabo de preguntar y jamás me has visto antes ¿por qué palabras tirantes empleas al contestar? Eres cual toro de lidia que te ciegas cuando atacas y todo lo más que sacas es aumentar tu perfidia. No pases ni la primera, mucho menos la segunda, que una con otra redunda a que venga la tercera. Sólo por tener riqueza le anteponían el don, y es porque los ricos son de más de una sola pieza. Cristino Vidal Benavente.
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