CUÁNTAS VECES... CUANTAS VECES… Cuántas veces a nuestra puerta vienes a ver si nos sobrara una cosilla, mas no abrimos. Corremos la mirilla y sin abrir nos vamos. Son desdenes que no merece nadie y menos quienes son pobres y no tienen una orilla donde recalar puedan. Se mancilla a Aquel que tuvo espinas en sus sienes. Cuando sufre cualquier necesitado y viene a procurarnos nuestra ayuda con él también nos llega de su lado, y sobre eso no tengo ni una duda, Aquel Hombre que fue crucificado, que no hay necesidad donde Él no acuda. Cristino Vidal Benavente.
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