El Carpio de Tajo - Toledo

Enrique Trogal - Cuenca, 1954 (Actualmente reside en Luxemburgo)

ANIVERSARIO DE AYER

Aquí te besé, allí tú me abrazaste,
¿del corredor recuerdas este vano
tan oculto?, sobre estas escaleras
de piedra. Aquí, aquí fue y allí también.
No tenía ya flores el magnolio,
¿o no había magnolio en ese patio?

El camino es aquél, ésta la entrada
y el arco, y más allá está la plazuela
con sus carros y gentes al festejo
dispuestas. Frente al pórtico paramos.
Hornacinas, guirnaldas, arcos y ángeles,
¿o no miraba nuestras manos nadie?

Aquí estaba yo, y tú, y encima nada,
y abajo nada. Tú, yo, suficientes.
Fulge aleve una luz que agrieta toda
la noche inmensa. Sabes que no es luna
lo que falta y respiras el verano.
¿O era tu cuerpo el sol que despertaba?

Pronto saldrá el que vino a reavivar el foro para decir. Menos mal que vine YO y gracias el foro es mucho mas divertido y ameno.

También dirá. Agradecido a tu intervención, justa y razonable con una lógica aplastante y a un dirá a MANDAR.

Me he perdido.

Sensa, no te pierdas tan facilmente. El párrafo escrito por mi en negrita, lo dirigió un forero a Partisana. Supongo que sabrás a quien me refiero ¿Te has encontrado ya?

Hola, Sun Tzu, me alegro verte por el foro. Veo que investigas para encontrar poetas de esta tierra, aunque estén desparramados por ese mundo de Dios. Cuando hayas acabado, no te preocupes, pues te puedo prestar cantidades industriales de poemas de todas clases. Por lo pronto, ahora te pongo el que verás a continuación, que espero sea de tu agrado.
Cordiales saludos


ESTA ESPAÑA MÍA

Ni yo conmigo mismo estoy de acuerdo
¿como lo voy a estar con gente extraña?
¿acaso no he nacido en esta España
donde siempre el más loco es el más cuerdo?

Aquí nos pontifica cualquier lerdo
que no tenga siquiera triste maña,
ni hace falta que oculte su calaña,
que haremos un león de un simple cerdo.

También nos excomulga un monaguillo
y un cretino nos sirve de estandarte
al que sigue la gente sin pensarlo;

el caso es que el que sube es el más pillo,
que siempre se creerá punto y aparte
y luego no hay manera de bajarlo.

Cristino Vidal Benavente.