Dr. Jekyll y Mr. Hyde Hay algo del proceder del señor Alcalde que no encaja, su forma de ser y su forma de actuar, no encaja con una persona de su edad, su manera de expresarse y de pensar y de actuar no cuadran. Es un cuarentón al que no se le conocen relaciones sentimentales de ningún tipo, habría que decir por tanto que se trata de “mozo viejo” de vocación, aunque no actúa como tal. Su actuación en los plenos ha cambiado de forma radical de su etapa de portavoz en la oposición, a su actual etapa de alcalde. Otrora, en la oposición se pasó los cuatro años de legislatura hablando él solo en los plenos, aunque podríamos clarificar y decir que se pasó, él solo, los cuatro años de legislatura leyendo lo que traía escrito. En la legislatura presente, ya no lee, quizás porque ya no le dan el guión. Habla poco, y cuando lo hace no acierta a dar razones, sus explicaciones son vagas, tartamudea, no se aclara, pareciera como si se tratara de otra persona distinta a la de la legislatura anterior. Personas que tienen características opuestas entre sí, tal como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde de la famosa novela de Stevenson. En esta legislatura el que habla es Teniente de Alcalde, le pregunten a él o le pregunten al alcalde o le pregunten otro concejal, el que habla es el Teniente de Alcalde y no el Alcalde. Indudablemente se trata de otro personaje distinto a la legislatura anterior. En el pleno pasado, en el último tramo, cuando ya se había acabado el Pleno, en lo que estaba acordado en el Orden del día. El Alcalde trató de jugar a ser más que Alcalde, trato de ser el “Jefe” del Partido Popular; se sacó de la chistera un conejo, no tanto para atacar a la oposición, sino para justificarse ante sus militantes y la CLA del partido Popular, y parecer que él, además del Alcalde era el mandamás. No funcionó. Y su intervención resultó patética.
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