Versos - SOBRE SAN VALENTÍN 14 DE FEBRERO, SAN VALENTÍN (paremos el calendario) Hemos de conseguir que el calendario se quede estacionado en este día, si es preciso cerrándole la vía de escapada y metiéndole en armario, de modo que le hagamos presidiario y el amor que tengamos a porfía perdure para siempre. Tal sería, si al tiempo le pusiéramos sudario. Me imagino gozar eternamente y no en sueños, que es cómo vivo ahora ese amor que me ocupa de la mente casi el ciento por cien. Fuera una aurora tan divina, por bella y refulgente venida desde el cielo, donde mora. NO HACEN FALTA NI CUPIDO NI SAN VALENTÍN Tanto San Valentín como Cupido y otros seres anónimos que hubiese, deberían pedir sin más su cese por lo que a mí respecta. No he tenido necesidad de verme socorrido jamás por conseguir quien me quisiese, pues antes al contrario, porque fuese preciso atemperar tanto partido. Quizás por guapo sea, o por honesto, o puede que mi eterna juventud les llame la atención a las muchachas, pues vienen a mis redes más que presto por tener, según ellas, la virtud de juntar lo agradable con lo cachas. ¿ME VISITARÁ SAN VALENTÍN? ¿Por qué san Valentín no me visita?, ¿Acaso no merezco que lo haga? Me encuentro que en amor voy a la zaga, de modo que la gana se me quita de volver a querer. Agua bendita y alguna cosa más, a ver si traga, le voy a dedicar. Será mi paga para ver que en su lista me repita. Venía a visitarme en estas fechas y siempre me encendía de entusiasmo, al punto que sentía al corazón roto en cien mil pedazos por sus flechas, cual si fueran producto de un orgasmo nacido en una noche de pasión. LLEGÓ SAN VALENTÍN (soneto en gaita gallega y con estrambote) San Valentín muy contento ha llegado con su carcaj al igual que Cupido y estoy feliz, porque me ha distinguido con esa flecha que en mí se ha clavado. Ya se esperaba viniese sobrado de amores tiernos. Es muy bienvenido por los amantes que no tengan nido donde poner el amor que han gestado. Será tan bueno que a todos regale lo que es más grande del mundo sin duda y en este día, que gratis le sale, vaya la gente. No pida su ayuda, pues no hace falta exhibir ningún vale, ya que lo entrega a quienquiera que acuda. Sin la letra menuda, es el contrato que el santo le ofrece a cada uno que pide y merece. ¿SAN VALENTÍN? Ningún San Valentín vino hasta ahora a hacerme una visita, que yo sepa, quizá porque en mi vida ya no quepa más amor, que en mi pecho se me atora al estar al completo. Tanto aflora, que sale a borbotones y me trepa con orgullo, por ser de buena cepa y en el alma pervive y libre mora. Si a alguien le hiciera falta, que no dude pedirme cuanto quiera, que dispuesto estoy a regalárselo. No elude mi corazón hacerlo, pues el resto sería suficiente, si al que acude le diera y me quedase con lo puesto. EN EL DÍA DE SAN VALENTÍN Hagamos que el amor el mundo inunde llenándolo de dicha y esperanza y lo haga cuanto antes, sin tardanza, a ver si contemplamos cómo cunde el influjo que al ánimo le infunde saber que cuanta más sea su usanza, más fuerte luciría en comparanza esa felicidad que nos transfunde. Obremos, no digamos solamente, vayamos con ardor del dicho al hecho y sea la palabra consecuente con eso que predica. Satisfecho se vería el poeta, si la gente sacara de sus letras buen provecho. BUSCANDO A CUPIDO (ALEJANDRINOS) A Dios pido me diga en dónde puedo hallarte, Cupido, pues te busco y te escondes de mis ojos; quisiera que vinieses y darte en mil manojos la esencia de mi vida. Por eso quiero hablarte con toda mi vehemencia tratando de agradarte y ver si me consigues que se abran los cerrojos de ese corazón duro que pone los abrojos en medio del camino que vaya a cualquier parte. Yo solo no podría tener lo que más quiero, me faltan ya las fuerzas y pienso que imposible resulta el obtenerlo y si es así me muero, clavándose en mi alma con fuerza incontenible la idea que mi amor tiene el valor de un cero y el de ella llegaría al pie de lo infinible. Cristino Vidal Benavente.
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