Consuegra - Toledo

Hace poco más de una semana Rajoy proclamó, en su discurso de investidura, que el déficit previsto por el Gobierno de Zapatero para el 2011 (el 6 % del PIB) exigiría acometer una monumental reducción del gasto público, que situó en 16.500 millones de euros (casi tres billones de pesetas), para poder cumplir el objetivo de déficit del 4,4 % comprometido con Bruselas. Pero advirtió de inmediato que si el déficit era superior, cada punto de alza exigiría un recorte adicional de 10.000 millones más.
Conocido ya el regalo de Reyes envenenado que nos han dejado el peor Gobierno de la democracia, un 8 % de déficit, el nuevo Ejecutivo del PP anunció ayer un programa de ajuste draconiano, con medidas que se unen a las dos ya conocidas: la congelación del salario mínimo y de los sueldos de los funcionarios.
Ahora, con el nuevo dato de déficit, el Gobierno adelanta una reducción de casi 9.000 millones de euros que afectará a todos los ministerios -sobre todo a los de Fomento, Industria y Economía-, y una subida de impuestos que debería permitir recaudar algo más de 6.000 millones y que alcanzará también al IRPF.
El duro ajuste anunciado ayer merece un doble comentario. Por un lado, confirma que la absoluta ineptitud e irresponsabilidad de Zapatero y de su equipo económico han conducido a España a una situación verdaderamente trágica, por la que sus responsables han pagado mucho menos (una derrota electoral) que el sufrimiento con el que tendrá que achantar la sociedad: tal es la desproporción entre el daño causado por el último Gobierno socialista y el castigo recibido por sus miembros que habría que ir pensando hacia el futuro en que los gobernantes que han dejado un país en la ruina no deberían poder irse a su casa de rositas.
El segundo comentario que creo merece lo que se nos viene encima afecta a una de las convicciones que Rajoy expresó en su discurso de investidura: que no podríamos salir de la crisis solo con medidas de ajuste y que, muy por el contrario, sería indispensable combinarlas con otras de estímulo de nuestra economía que rompieran el círculo vicioso de paro y caída del consumo.
De nada de eso habló ayer, al parecer, el nuevo Gobierno, y alguien tendría que aclararnos de inmediato cuáles serán y cuándo se adoptarán esas medidas de estímulo que nos ayuden a salir del agujero negro en el que estamos.
Un agujero, por cierto, del que es responsable un Gobierno en el que se sentaban los dos previsibles candidatos a la renovación del Partido Socialista. ¡Menuda renovación! ¡Y menudas credenciales para el futuro del país!

¿Hablamos también que Rajoy dijo que la culpa era de la Comunidades Autónomas?. Pero de cuales, ¿de las que gobierna el psoe como Andalucía y Castilla la Mancha o de las que gobierna el pp como Madrid, Comunidad Valenciana, Comunidad Murciana o Islas Baleares....que son las que tienen el mayor déficit?...