Uno de los momentos más duros de la sesión de control al Gobierno de este miércoles se ha vivido durante el enfrentamiento entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el diputado de ERC, Joan Tardá. El republicano ha llegado a asegurar que la manera de repartir los recortes y el retroceso en el Estado del Bienestar suponen "terrorismo social". Lejos de verse afectado, en ese momento Montoro sonreía en su escaño. Un tic incontrolable que empieza a causar malestar entre los diputados de la oposición.
Después de ese comportamiento, ya repetitivo, Tardá le ha asegurado que le recuerda a Maria Antonieta cuando afirmaba de los parisinos que protestaban que “si el pueblo no tiene pan, que coman pasteles”. Y acto seguido ha pronunciado una frase donde ha atacado directamente a la manía de Montoro: “Mañana habrá miles y miles de personas en las calles y a usted se le irá congelando su sonrisa”.
Risa incontenible
Montoro se carcajea cuando en una tertulia dice que los socialistas “no se atrevían” a hacer lo que él sí ha hecho. Se rió cuando anunciaba la subida del IRPF y el IBI en lo que era el primer incumplimiento del programa electoral del PP. Y fue incapaz de aguantarse la risa cuando le preguntaron si iba a subir los impuestos y aún tenía orden de negar la escalada del IVA.
Aplausos contra lágrimas
Un tic nervioso que no sienta bien entre la oposición y que puede caldear aun más los ánimos de la calle. La actitud de los diputados del PP, que aplaudían y ovacionaban cada recorte que anunciaba Mariano Rajoy el pasado miércoles, sentó muy mal en las redes sociales y se llegó a comparar con la de la ministra de Bienestar italiana, Elsa Fornero, que lloró al anunciar los ajustes que iban a realizar. Unas lágrimas que contrastan incluso más con la sonrisa de Montoro.