El “modélico” traspaso de poderes de la Junta Castilla-La Mancha ha sido portada en periódicos, telediarios y tertulias por el “modélico” traspaso de poderes, noticias muy alarmantes sobre la economía regional nos han puesto hasta en el Financial Times. Un traspaso en el que durante los primeros encuentros destiló un punto de soberbia y cachondeo que tuvo como consecuencia que los populares arremetieran sobre el calamitoso estado de las cuentas de la Comunidad. Y es cierto, si durante mucho tiempo se ha gastado el dinero que no se tenia, se han concedido ayudas, ejecutado obras y se ha mantenido el mismo nivel de gasto, sin control, se ha llegado a eso, a la quiebra, y lo que mas irrita es que sus responsables se van a ir como si tal cosa. Aprobar ayudas, subvenciones y demás, a sabiendas de que no hay dinero, es un delito y mientras los políticos no paguen por ello lo van a seguir haciendo. Sobre la destrucción de documentación, es publico y notorio que se ha producido pero esto tiene solo la importancia del efecto mediático y ético del que lo hace, la mayor parte de la documentación sensible es custodiada por funcionarios como ya dije en otro post, no así la de las empresas publicas y fundaciones que carecen de control, hay si que se ha podido liar parda. Hace falta como el comer una herramienta que regule, con un método más rápido y controlado, el actual sistema de cambio de legislatura ya sea municipal, autonómica o estatal. Dicho lo anterior hay que dejar claro que el funcionamiento de los servicios públicos, como todos hemos podido comprobar, no se va a ver afectado, y el salario de los empleados públicos viene garantizado por el sistema de financiación autonómica, otra cosa es el abono de los pagos comprometidos con un presupuesto mas falso que el rey Miguel, que ni era rey ni se llamada Miguel. Lo que a mi me ha parecido mal es la falta de tacto y oportunidad perdida por la Presidenta electa por no lanzar un mensaje de tranquilidad…, un tanto extraño en una experta en medir los tiempos como la señora Cospedal. Un saludo. |