¿alguien sabe de quien hablan? Quién es el plumilla que todos conocen y que insiste en permanecer en el anonimato? Miércoles, 24 de Noviembre 2010 dclm.es A pesar de que él insiste en permanecer en el anonimato público, todos los periodistas le conocen en Toledo y fuera de la capital regional por su periplo (eso sí, obligado) por Castilla-La Mancha y, sobre todo, por Madrid a donde sus jefes siempre han dirigido sus miradas y sus actuaciones a la hora de decidir sobre esta región. La mayoría de los comunicadores, salvo los de su correa (que son los que todos conocemos también), han tenido encontronazos con este personaje siniestro que, amparado en la oscuridad que cierta información le proporciona, intenta envenenar y engañar a aquellos incautos que todavía no saben muy bien de qué pie cojea, que no es el izquierdo, precisamente. Su trayectoria siempre ha girado en torno a un gran jefe, al que pelotea hasta la saciedad, realizando, incluso, trabajos sucios que solo él sería capaz de llevar a cabo. No tiene reparos ni escrúpulos cuando se trata de difundir libelos, aunque, es verdad, que ya pocos se tragan los falsos rumores que propaga allá por donde va. Y es que suelta un tufillo a aprendiz de Maquiavelo que lo delata constantemente. Lleva grabado en la frente su DNI: “INTOXICADOR”, pero él no es consciente de que todos los periodistas toledanos le tienen calado. Su voz 'opusiana', su curvatura cervical 'buitraga' y su saludo manual de cerumen radiografían perfectamente a especímenes que creíamos extinguidos y que en épocas franquistas desempeñaron demoledores trabajos contra la libertad de expresión. Aún así, este pobre diablo, enemigo de sus amigos, tramposo entre los tramposos, cuñado de sus cuñados y Bruto de los Césares que han pasado por sus manos, insiste en permanecer en el anonimato, cuando todos saben quién es, dónde trabaja y a qué se dedica, además de a la fontanería y la limpieza de letrinas y cloacas. Pero no seremos nosotros quienes le quiten la ilusión de ser la 'X' de los bajos fondos periodísticos. Estamos convencidos de que el tiempo (más pronto que tarde) pondrá a este plumilla en su sitio. Continuará… |