Cobisa - Toledo

Es una reflexión (algo dura), pero que refleja el hastío de mucha gente por un determinado tipo de televisión.

Tomado de El Mundo

José Luis y sus 'muñecas'
21 SEP 2010 07:48


De profesión, sus productoras. Así es el artista José Luis Moreno. El rey Midas de la caspa. Todo lo que toca se 'amatrimonia' al instante. Esta vez, el damnificado ha sido el remake patrio de Las chicas de 'horror', pero el showman lleva varias décadas vendiendo el mismo perro con el mismo collar. Se asoman de sopetón sus aberraciones televisivas a todas horas en cualquier cadena. No tiene miedo a encasillarse el Moreno. Convertiría una isla paradisíaca en Marina d’Or únicamente con poner pie a tierra.

El ex ventrílocuo reniega ahora de los años en los que frecuentaba la dudosa compañía de muñecos de madera. A José Luis ya no le gusta recordar cuando se dedicaba a hablar con las tripas, en vez de revolverlas con sus productos de tercera. Monchito, Macario y Rockefeller no aguantaron más y se escaparon por la puerta del garaje de su chalupo de Boadilla. El taller de Gepetto se quedó vacío. Pocos días después de la fuga, media docena de albanokosovares entrenados en la guerra intentaron asaltar tu castillo. Pero no sabían con quién se estaban jugando los cuartos. Bicho malo..., José Luis.

Los tres evadidos lo leyeron en la prensa: Monchito, mientras ejercía de enanito de jardín en Bricogarden, y a Macario le pilló la noticia rellenando el formulario para Granjero busca esposa. Rockefeller, felizmente reconvertido en mesa de conglomerado, solamente acertó a exclamar: “¡Toma, Moreno. Ya no volverás a meterme una mano por el culo!”. ¡Cría cuervos, José Luis!



Artista de variedades sin variedad, conseguiste que todas las Noches de Fiesta fueran de riguroso luto. Precursor del copia y pega, ¿de verdad nos merecíamos ese despilfarro de misses escotadas, lentejuelas y efebos rasurados y brokebackmountanizados en gayumbos? Y tú, omnipresente, un dios de voz en off y risa enlatada, moviendo las marionetas a tu antojo y regalando ordenadores a tutiplén. Buenos tiempos aquellos. Coche escoba de humoristas, has ido recogiendo lo más chusco de la risa nacional: Jaimito Borromeo, Manolo Royo, Félix el Gato. Con tres ejemplos, basta.

Cualquier cosa a la que se acerque el Moreno en seguida huele a rancio, a fiesta de pueblo y a una España que ya no es. Se vuelve cutre y pierde color. E incluso así, ha logrado arrojar sus excrementos por todas las cadenas. Algo tendrá el executive producer cuando vive de vender arena en el desierto y, encima, le pagan un pastón por ello. El caso es que ya sea por a o por b, Morenín siempre cobra. ¿Que no?