Cobisa - Toledo

EDUARDO ÁLVAREZ

A los ciudadanos que votan a partidos de derecha les dan igual sus 'pecados' de corrupción cuando depositan la papeleta en la urna. Ésta es una afirmación repetida hasta la saciedad desde algunos sectores y ha cobrado más fuerza todavía después del resultado de las elecciones europeas del pasado Junio.

Un saludo compañer@s

PSOE a tope: Buenos y tormentosos días, empezando por el brutal ataque contra la sede del PSE en Durango y continuando por el fatal desenlace ocurrido en los Sanfermines 2009, un corredor a fallecido por una cornada en el cuello, en los primeros momentos de este encierro, rindamos un sentido homenaje por dicho ciudadano.

Pero con respecto al post que comentas, te diré que la "varita" del PP en temas de corrupción se vio claramente, con el tema de Pilar Miró, la que dimitió en su momento y a la que luego la "absolvieron", pero visto lo acontecido con estos "opositores" de la cruenta derecha, dan la "callada" por respuesta. Salud



La derecha atacó sin tregua a Pilar Miró y pidió para ella una pena de hasta 14 años de carcel

Cuando los trajes sí tenían importancia para el PP

El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, está a punto de sentarse en el banquillo por un escándalo relacionado con la trama de corrupción de la Operación Gürtel: presuntamente habría recibido trajes de las empresas de la trama. Ante este escándalo, el PP ha pretendido minimizar la importancia del delito de cohecho impropio del que se le acusa e incluso cuestionar código penal. Esta actitud contrasta con la mantenida hacer 20 años, a finales de 1988, con respecto a la ropa que la entonces directora general de RTVE, Pilar Miró, compró con cargo a los presupuestos del ente. En aquella ocasión, el PP atacó sin tregua a la cineasta, provocó su dimisión y la llevó ante los tribunales pidiendo para ella una pena de entre 12 y 14 años de cárcel por malversación de caudales públicos. Fue absuelta dos años después, aunque dimitió nada más estallar el escándalo. Una actitud bien diferente a la de Camps y eso que según el Código Ético impuesto por Aznar en el PP en 1993 los cargos públicos que se vean envueltos en un proceso judicial y haya contra ellos indicios racionales de comisión de un delito, deben poner a disposición del partido su puesto.