El PP trata de evitar una posible moción de censura en Casarrubios A. G. TOLEDO. La insostenible situación política por la que desde hace meses atraviesa el Ayuntamiento de Casarrubios puede vivir momentos todavía más complicados si los rumores de una posible moción de censura contra al actual alcaldesa «popular», Noemí López, se consuman. En el peor y más complicado de los escenarios, podría darse el caso de que uno de los concejales del PP propiciase esa moción dando el sillón municipal al PSOE. Sin embargo, el PP, a través de su secretario provincial, Jaime Ramos, ha descartado en declaraciones a ABC que en estos momentos ningún concejal del PP vaya a apoyar semejante moción, pero siempre con la prudencia que requieren estos casos. Por el contrario, el PP provincial está siguiendo muy de cerca y día a día la situación de Casarrrubios y sus planes pasan por que se cumpla el acuerdo de gobierno firmado al principio de la legislatura con los independientes. Pero para entender la situación que se vive en esta localidad del norte de la provincia hay que hacer un repaso a su tumultuosa y copiosa secuencia de acontecimientos políticos. En las elecciones municipales el PSOE fue el partido más votado y obtuvo cinco concejales, pero el acuerdo alcanzado entre el PP y el Grupo Independientes de Casarrubios del Monte-Calypo Fado, con tres concejales cada uno, desbancó a los socialistas. El acuerdo de legislatura pasaba por repartirse la alcaldía en dos años, primero el PP y los dos últimos los independientes. La persona elegida por los populares para ocupar la alcaldía fue Noemí López, una mujer sin experiencia política, pero que venía a sustituir a otra mujer al frente del Ayuntamiento, la socialista María Teresa de Paz. Sin embargo, problemas imprevistos vinieron a perturbar los planes. Todo comenzó con una denuncia del sindicato Manos Limpias ante la Fiscalía de Toledo contra la alcaldesa sobre una supuesta malversación de fondos públicos, entre otros delitos, al adjudicar de manera irregular la compra de cinco mil llaveros a una empresa propiedad de los padres de su asesor en el Consistorio, Javier García. A raíz de este acontecimiento, que sigue su tramitación en un juzgado de Illescas, se produjo la reacción política. El PP decidió suspender de militancia a sus tres concejales: la alcaldesa y Juan José Arroyo Muñoz y Francisco Javier García Blanco. Sin embargo, Noemí López decidió, por su cuenta, retirar las concejalías que desempeñaban su compañero de partido, Juan José Arroyo, y el edil independiente Antonio del Hierro Barcina. Incluso, López amenazó con denunciarles ante los juzgados por «falsear» presupuestos para la adjudicación de obras e «inflar facturas». A grandes rasgos, esta es la delicada situación del Ayuntamiento, y en medio de este panorama se entiende la amenaza cada vez más comentada de una moción de censura. Según ha podido saber ABC, ya han existido contactos entre el PP, a través del presidente de su Junta Local, Carlos García, y el PSOE. En el hipotético caso de que fructificara, se indica al concejal Juan José Arroyo, al que la alcaldesa retiró sus competencias por decreto, como el concejal clave para apoyar la moción. Sin embargo, al parecer también han existido contactos entre socialistas e independiente, y de éstos con los «populares». No obstante, el secretraio provincial del PP, Jaime Ramos, ha descartado una moción apoyada por algún concejal de su partido, con la salvedad y prudencia de que «el concejal es el dueño del acta y no el partido». Incluso cree poco probable que los independientes apoyen una moción. Ramos aseguró que el partido está al tanto de la situación, y reconoce las complicaciones que existen «para alcanzar una solución en un campo con un terreno de juego complicado». El objetivo del PP, aseguró Ramos, es el de tratar de que se cumpla el pacto de gogierno con losindependientes y llevarlo a efecto, mientras no haya elementos judiciales que lo impidan. Esa es la gran incógnita en estos momentos, aunque cabe indicar que en las filas independientes la figura de José Vicente Hermosa aparece como una persona de consenso.
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