Casarrubios del Monte - Toledo

¿Acaso no sabe cómo “canalizar sus posiciones igualitarias”? Pues alégrese. Ya está en marcha el teléfono para hombres que Bibiana Aído anunció como una de sus medidas estrella en una de sus primeras apariciones públicas. Tan sólo ha habido que esperar un año. A través del hilo telefónico, la ministra se compromete a integrarle en “organizaciones de hombres igualitarios” como usted o a recomendarle las lecturas imprescindibles. Ese es el primer objetivo contenido en los pliegos de licitación del nuevo servicio telefónico y online que acaba de lanzar su departamento. ¿Coste? Una bicoca. Apenas 1,4 millones de euros en plena crisis.

“Uno de los objetivos es contribuir con políticas preventivas a otro modelo de masculinidad desde el que establecer las relaciones de pareja sobre unas nuevas referencias, para lo cual la implicación y el compromiso de los hombres en esta lucha es imprescindible –rezan las prescripciones técnicas-. En este contexto, el Ministerio de Igualdad va a poner en marcha un servicio telefónico y online de información y orientación en materias y en cuestiones relacionados con los hombres y la igualdad de género”. El anuncio de licitación se hizo público ayer y hasta el 3 de julio está abierto el plazo para la presentación de ofertas.

Aído anunció esta medida en su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados, allá por junio de 2008. Entonces ya levantó polémica con lo que inicialmente se entendió como un teléfono para maltratadores. La ministra tuvo que explicar que el servicio no es tanto para agresores, sino para hombres que deseen “resolver sus dudas”. En esta línea, añadió que “hoy muchos hombres se encuentran perdidos ante el inicio de la ruptura del sistema patriarcal y muchos presentan dudas acerca de cómo asumir su paternidad, la corresponsabilidad, en el cuidado de los hijos e hijas, en las tares domésticas, sobre su salud homosexual…”.

No es la primera vez que Igualdad lanza una iniciativa en esa dirección. En octubre pasado, Aído dio luz verde a una campaña publicitaria de un millón de euros en radio y televisión para promover una mayor implicación de los hombres en las tareas del hogar. Todo con el fin de estimular la cultura de la corresponsabilidad familiar. Los pliegos recordaban entonces que la vida de los hombres, demasiado centrada en el ámbito laboral, les aleja “del mundo de los afectos, limita su función y disfrute como padres y les hace desentenderse de sus obligaciones (…), delegando esta responsabilidad en el en el resto de mujeres de su entorno”. Finalmente, la licitación se paró por cuestiones técnicas.