Desgraciadamente un mal de muchos.... Resulta gratificante cuando una persona se encuentra lejos de su pueblo, ver u oír cualquier asunto que se lo recuerde en medio de los avatares de su vida. Un mapa que lo reseña, una conversación que lo cita, una historia que lo trae a la memoria, se transforman en su interior en brisa de aire fresco que estimula el alma. Renueva los afectos, motiva los deseos del retorno, anima la añoranza del reencuentro. ¡Qué tiene esa patria chica que la mayor nos parece! Yo me inclino por sus gentes, el auténtico valor. Pero ¿qué pasa en el pueblo? ¿Es que hay tanta división como proclama su foro? ¿No son capaces algunos de resolver los asuntos propios en su entorno natural? El Foro, tal como algunos se expresan en él, no parece lugar de información o de sana comunicación, sino por el contrario, en bastantes casos eco de murmuraciones y en más de uno altavoz de difamación. ¿Hemos perdido la cordura y hemos trasladado a la vida “doméstica” la tensión que se vive en la política a nivel nacional? Se deberían consolidar bases, generalmente aceptadas, si no se quiere incurrir en daños graves a las personas en su honor, en su fama o prestigio: 1.-La persona es motivo primordial de respeto. 2.- Es acreedora de presunción de inocencia .- 3.- Son las ideas las que pueden ser discutibles, con la sana intención de buscar la verdad. Si tendemos a pasear nuestra literatura por un foro de acceso público sin consideración a principios éticos y sin respeto a las personas en el fondo y también en las formas, estais creando una mala fama a vuestro pueblo, y eso tarde o temprano pasa factura. Es lamentable que algunos comentarios o narraciones que se han presentado en el Foro con respeto y buen hacer literario, queden ensombrecidos por un conjunto de intervenciones a veces sin fuste y otras en las que expresa o tácitamente se vierten segundas intenciones. |