Bargas - Toledo

El Gobierno ha sido incapaz de dar esperanza a sus votantes, que no les culpe porque no le voten, porque cada ciudadano es dueño de su voto y todos merecen respeto.
La calle está llena de gente descontenta y activa: un cóctel con el que no contaban los mercados ni los políticos acomodados en ellos y, estaban convencidos de que el desafecto de la gente estaría controlado por el miedo. La novedad es que la sociedad española ha perdido el miedo quizá porque ya no tenga nada más que perder.
¿Quiénes están acampados en la Puerta del Sol o en la Plaza Cataluña y en otras ciudades españolas? ¿Quiénes han sido desalojados por la violenta reacción de la policía de un Gobierno socialista? Pues exactamente quienes tienen legitimidad, derecho y razones para tomar la calle en una acción democrática que sólo la derecha y los que están ciegos en la izquierda pueden ignorar, ningunear y despreciar. Ahora, paradójicamente, el miedo se ha trasladado a quienes antes tenían el control de la situación.
¿Han tenido que esperar a que las calles se desborden para darse cuenta de que la marea de descontento es ya imparable?
Acusan a quienes han tomado la calle de ser anti sistema, de predicar la abstención, de ser apolíticos, de facilitar la llegada del populismo. Todo eso es falso, una maniobra más para desacreditar la democracia directa, la democracia de la indignación, la democracia de los marginados.

Buena y equilibrada reflexión sobre la movida. Los "sistemas" no se apean, y además tratan de arrimar "la sardina a 'su' ascua", sardina que no es suya, como si fuese un derecho que tienen, por ser legales y su función: "canal de participación de la ciudadanía para que llegue al parlamento....".
Solo que vemos, los no sistema, que la realidad y cruda es la contraria, repetida en tiempo, modo y lugar y también on mayor perspectiva, histórica.
Que no aprendemos la historia y por ello condenados a repetirla, ¡lástima! que sea como tragedia.
El estado actual es de arrebato, una luminaria ardiendo, y el bipartido único, no hace ni de bombero. En el circo electoral "la corte se divierte" e intenta divertir, embobar; ni acude al incendio.
La partitocracia, ya nos avisaron, constituída en partido único, el PPSOE (y con descaro), que ahoga cualquier estado de expresión, legítimo, de las minorías e incluso de la "mayoría silenciosa".
El dios Jano con sus dos caras, las dos circenses, pero en el mismo monolito; no ofrece más, no da opción, dios se creen: "conmigo o con nadie (contra mi)".
No cuentan con que los dioses también caen, en este caso por no querer verse en el espejo de la realidad, y seguir viviendo el cuento de la reina, bella y durmiente, todos los papeles del cuento para ella. Estamos en el crepúsculo de los dioses, por tanto anticipo de una tragedia, retransmitida al momento de forma real, no virtual ¡Muy bueno maestro!

Mayo nos trae la primavera más florida y, de vez en cuando, una rebelión juvenil, una revolución generacional.
Dios siempre ha sido de derechas, pero, por una vez, se está cambiando de chaqueta. Ha tenido que haber un terremoto para comprobar que el Estado, como garante del bien común y nada más, es necesario. Ni los bancos ni el FMI ni los financieros han estado ahí, en Lorca. Ahí han estado la ciudadanía, el voluntariado, los recursos estatales de todos. Recursos que no funcionaron en el terremoto de L'Aquila en Italia ni en Nueva Orleans ni en Haití, que siguen desoladas. Sin embargo, este terremoto también ha puesto de manifiesto el tipo de construcción especulativa en España, por la que edificios de pocos años de antigüedad se desploman al primer envite de grúa.

Ha tenido que denunciar una camarera de Gana a uno de los hombres más poderosos del planeta para evidenciar quiénes son algunos de los que dirigen nuestra política económica. Una política contra la que Islandia ya se ha rebelado. Ni Grecia ni Portugal ni Irlanda se tendrían que haber arrodillado ante el poder económico con perjuicios múltiples para su ciudadanía.

Tal vez el movimiento 15 de mayo de 'DEMOCRACIA REAL YA', impida el rescate que planea sobre España. Lo han entendido perfectamente como indica alguna de sus pancartas: 'MANOS ARRIBA: ESTO ES UN RESCATE' o 'TODOS SOMOS ISLANDIA'.
Ellos han recuperado la esencia real y originaria de la democracia: lo asambleario, traducido en la consigna: 'EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA'. Y también han puesto en evidencia el teatro de las elecciones entre partidos que sólo aspiran al poder partidario y personal: 'SE VENDE MOTO: 22 DE MAYO'. ¡Qué distintos a esos jovencitos repeinados que agitan banderitas y acuden a los actos electorales para hacer la ola al 'boss'!
La presencia de las chicas también se ha hecho notar: 'ESTAMOS HASTA LOS OVARIOS DE VUESTROS SALARIOS' o 'ESTAMOS HARTAS DE ESTAR HARTAS'. ¡Fuera victimismos!
Me gusta mucho que la imagen de una Madrid 'facha' esté mostrando un nuevo rostro frente a tanta misa y tanto obispo y tanto pro-vida manifestándose, que no se oponen a las guerras ni a la pena de muerte ni a la hambruna en el mundo. Al menos de modo colectivo.

Si mi generación cambió radicalmente las costumbres, ciertos valores y la moralina social, el movimiento de hoy intenta rescatar la democracia, la libertad y la vida digna. La verdad es que comparando este movimiento con los de los jóvenes airados que piensan más en independencias nacionales que en la libertad de todos me parece un salto cualitativo. Y esto sin descalificar cada una de las luchas. Qué diferentes estas manifestaciones y consignas a los efluvios tribales por la subida del Betis a primera división.
Algo importante : están levantando un muro ante el propósito de una 'mano negra' que intenta sumergirnos en una nueva 'época feudal'.
Lamentable que algunos comentaristas alerten contra supuestas manipulaciones, negando su espontaneidad, para que todo siga igual. Lamentable también la utilización de los partidos en su beneficio. Que cada palo aguante su vela. Muchos de los estudiantes que participan tendrán un nuevo frente en el Plan Bolonia, que los quieren adiestrar y domesticar para que se adapten a un mundo futuro que no les gusta, que no nos gusta a una minoría cargada de razones.
La soberanía popular es el único camino viable y sostenible.

A mí también me parece que esto ya está tocando a su fin. Coincido con la indignación, con la queja, pero hay algo que no tengo nada pero nada claro. Y es lo siguiente:
Primero: Si quienes conforman el Movimiento 15-M no son como dices ni la derecha (supongo que con este término te refieres al PP que es lo único que puede pasar por tal cosa, al menos con representación, salvo que haya perdido por ahí algún diputado ó concejal de la Falange ó similar). Si tampoco son "quienes están ciegos en la izquierda" (que supongo te refieres al PSOE), entonces... ¿quienes son?.
Si no se debe votar ni al PP ni al PSOE (y no digo que no esté de acuerdo), entonces, ¿a quién se puede? ¿a Izquierda Unida? ¿A UPyD? ¿a Tierra Comunera?.
Si en realidad no se puede votar a ninguno, entonces... ¿quién se va a encargar de gobernar, de hacer las leyes? ¿o es que no las necesitamos?
Si el actual modelo, o "sistema", o como lo queramos llamar NO FUNCIONA... ¿cual es el que proponen "los indignados"? ¿una revolución como en Cuba? ¿un modelo de gobierno como en Venezuela o en Corea del Norte? ¿se puede mover un país a base de "asambleas" entre todos sus habitantes? Tal vez dedicándonos todos a una a la política, ¿no? pero entonces... ¿quién va a trabajar?
Una de las cosas más razonables que he leído al respecto de este movimiento ha tenido que ser, como siempre, de fuera del país. Y es que han dicho que en España queremos tener una revolución como en Cuba pero seguir viviendo como si estuviésemos en Estados Unidos. Y seguramente no están faltos de razón.
A mí me gustaría que este Movimiento durara en el tiempo, y que acabase pareciendo lo que aparentemente es. Pero sin embargo detecto un cierto "tufillo" que no me gusta nada. Y me explico: decir a quién no se debe votar y no incluir a todos los que se presentan no deja de ser una manera de intentar manipular la intención de voto de la gente que tuviera pensado hacerlo. Es como tener una papeleta con tres o cuatro casillas: si te dicen que no debes marcar una, dos o tres de ellas... al final es como decirte a quién tienes que votar. Y ya se sabe: "a río revuelto, ganancia de pescadores".
Por desgracia, ese "tufillo" al que me refiero va a acabar por desvirtuar el espíritu con el que parece que ha nacido este movimiento que, a mí, de partida (sólo de partida) provoca que me identifique con el.

UN LIBRO MUY MUY INTERESANTE LO RECOMIENDO, HABLA LA SABIDURIA DE UNA PERSONA DE 93 AÑOS