corucción 2 En 50.000 folios de sumario la información contenida es demoledora, pero para muestra bastan esos botones; Don Mariano Rajoy, que quería para España un Gobierno como el de JAUME MATAS, no sabe si dimitir o convocar un congreso extraordinario para lavar la corrupción. El “presunto” delincuente Sr. Matas, que tenía como plazo hasta esta noche anterior para no entrar en la cárcel, ha abonado la fianza que el Juez le pedía. Con parte de lo robado, esos delincuentes de alto copete pagan su libertad. Es verdad lo que decía Pacheco sobre la Justicia. Lo que está ocurriendo no es normal. El Gobierno tiene que tomar medidas urgentes, incluso por Decreto Ley, para atajar esta situación que está pudriendo el ambiente y desprestigiando la democracia. Uno de los factores que nunca debe descuidar ningún proceso que verdaderamente quiera avanzar hacia el socialismo es la enfermedad de corrupción que padece el capitalismo, tan antigua como la lucha por el lucro privado. La lucha contra esta afrenta al pueblo practicado a veces incluso con orgullo por los propios capitalistas, es como un arma gemela de la explotación, de la opresión y del engaño a los trabajadores, por ello, debe ser una tarea indispensable, luchar a fondo contra esta lacra, para la buena salud de todos los ciudadanos que se precien de ser incluso “defensor de una democracia sana”, pues de lo contrario, a la corta o a la larga se está convirtiendo cáncer que corroe las bases de este sistema de los capitales, que puede ser capitalizada por grupos de extrema derecha que reclamen un modelo ultra-reaccionario. Como demuestra la experiencia, este fenómeno de la corrupción capitalista se presenta en cualquier tipo de economía, sea en momentos de auges como de recesiones. La empresa privada siempre anda en torno a los políticos, para comprar sus favores, como estamos constatando, no solamente por su razón de ganar dinero, como empresarios que compiten entre ellos y cuyo fin es el lucro privado, sino, que se convierten en sanguijuelas que chupan de la teta del Estado, que vía presupuestos que pagamos todos, es utilizado a favor de los corruptos para su enriquecimiento y perversión. Pero, es preciso también perseguir, no solamente a los corruptos, sino, sobre todo, descubrir y desmantelar, poniéndoles a disposición de la justicia a los “Corruptores” que son la causa de la causa y cuya figura permanece casi siempre oculta entre las bambalinas de esta “farsa”. Los socialistas que combatimos al capitalismo como sistema comprendemos que este modus operando no es de la actualidad, aunque en momentos de recesión los efectos sean más visibles, por lo que, negamos la mayor, negamos que sean actos puntuales de tal o cual partido, cuando unos a otros se acusan de “y tú mas”, sino que está comprometido todo el sistema, incluyendo a la Banca y a los Imperialitas que controlan ingentes cantidades enormes de recursos procedentes de la corrupción, léase trata de blanca, tráfico de drogas o armamentos, juegos ilegales y demás mecanismos, cuyos métodos de obtención de beneficio es totalmente inherente al propio sistema para reproducirse e incrementar la acumulación de las grand multinacionales que controlan desde los despachos de la Gran Banca Internacional. Evidentemente cualquier gobierno, teóricamente, tiene mecanismos estatales para controlar cualquier acto que perjudiquen a las distintas instancias del Estado, que junto a las pomposas declaraciones del más alto nivel, “de luchar denodadamente contra semejantes delitos y amenazas”, bajo la repetida frase de que llegaremos hasta el final, “caiga quién caiga”, la realidad práctica demuestra que son incapaces de sobrepasar ciertos límites impuestos por los Poderosos, por los Amos del cotarro, si no se rompe con el modelo financiero y se procede, recabando el apoyo de la clase, a nacionalizar la banca, los monopolios y los grandes medios de producción, poniéndolos al servicio del pueblo bajo una gestión auténticamente democrática, lo que sería el principio de una |