A MARCELINO CAMACHO Todavía estoy con la pena y congoja por tu desaparición, sabia que tu salud no pasaba por el mejor momento pero los que hemos tenido el honor de conocerte sabíamos de tu fortaleza, esa fortaleza que siempre nos infundías en pos de conseguir esos derechos que eran nuestros, pero claro eran 92 años ¡que barbaridad! (frase muy usual por ti). Se me vienen innumerables recuerdos y anécdotas a la memoria, como tu presencia y la de Garcia Salve, durante el encierro de obreros en una iglesia de Getafe no recuerdo su nombre, las fuerzas empezaban a flojear y tu compañía, tus palabras nos insuflaron esa fuerza que solo tú eras capaz de dar. Tu sentido de la democracia pluralista y tolerancia, en CCOO no se preguntaba de donde venias, ni tus creencias religiosas, ni ideales políticos…hay una anécdota tuya en la que un compañero te comentó de sus ideales falangistas…tú le contestaste que no importaba su ideario político, me importa tu COMPROMISO obrero y de ello no tengo dudas Manuel. Tus CCOO eran aglutinadoras de todos los espectros sociales, católicos rebeldes, parte del clero, gentes de izquierdas, derechas, falangistas, carlistas, etc. No eras un político, eras un sindicalista, abandonaste tu acta de diputado en el momento que asestaron la primera puñalada a la clase obrera con la aprobación del Estatuto de los Trabajadores, era un claro retroceso en cuanto a pérdidas de las conquistas laborales arrancadas al franquismo. Al final Marcelino con la llegada de los burócratas a CCOO liderados por Gutierrez “el bienpeinao” se consumó la liquidación de CCOO como sindicato, su adocenamiento, seguidismo y entreguismo a la clase política y empresarial, tenemos como resultado lo que es hoy CCOO: una plataforma utilizada por sus dirigentes para conseguir fines personales. Marcelino, eras un hombre de paz, bueno, honesto, honrado, humilde, transparente, sufriste cárcel, persecución, exilio, tortura, si hay alguien en este país que se merecía el Nobel de la Paz ese eras tú, pero no tenías padrino. Deseo que en los libros de historia de España, los niños y niñas de este país nuestro lean lo que un humilde trabajador luchó para erradicar la explotación obrera (hoy en peligro) y seas un referente . Te fuiste pero, ni te domaron, ni te doblaron, ni te domesticaron. Gracias compañero Marcelino, nos queda tu ejemplo. Salud |