Cien años del discurso incendiario y violento de Pablo Iglesia Cien años del discurso incendiario y violento de Pablo Iglesias 24 Abril 10 - Esther L. Palomera El 10-J se celebró el aniversario de la llegada de Pablo Iglesias a la Cámara. El PSOE reúnió a Zapatero y González para rendir tributo a la memoria del grupo En estos tiempos de memoria y desmemoria, el Grupo Socialista se propone reivindicar la suya. Sin más objetivo que el homenaje a todos los que han pasado bajo sus siglas por la Carrera de San Jerónimo, el PSOE ha echado la vista cien años atrás. ¿Qué ha encontrado? Pues en el diario de sesiones parlamentarias, un discurso del que no sabemos si estará especialmente orgulloso, del 7 de julio de 1910. El fundador del PSOE, Pablo Iglesias, tomaba la palabra en el Parlamento para hablar de los objetivos sociales de su partido y dirigiéndose al presidente de la Cámara, el Conde de Romanones, le dijo: «El partido que yo represento aspira a concluir con los antagonismos sociales y esta aspiración lleva consigo la supresión de la magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército y la supresión de otras instituciones necesarias para este régimen (…) Este partido –el PSOE– estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; y fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones». Poco después el socialista se dirigió al jefe del partido conservador en la oposición y le espetó: «Hemos llegado al extremo de considerar que antes de que su señoría suba al poder debemos ir hasta el atentado personal...». En medio del griterío se oyó al presidente de la Cámara: «¡Orden, orden, señor Iglesias, usted no puede ampararse en la inmunidad parlamentaria para cometer un delito». Quince días después, Maura era tiroteado en Barcelona, resultando herido leve en una pierna. El Congreso protestó formalmente, pero la minoría republicana no respaldó el acuerdo. Aquel discurso incendiario fue pronunciado por Iglesias apenas un mes después de que el PSOE logrará, con 40.899 votos, su primer acta parlamentaria en las Cortes Españolas. |