Las multiples caras de los pperos en catalonia Durante años la derecha lo ha probado casi todo para aumentar su escasa presencia en el Parlament. Cambios de táctica y cambios de candidato, siempre bajo la batuta de la dirección nacional, la de Madrid. Sin embargo, las dispares estrategias desplegadas desde la calle Génova han tenido en Catalunya efectos discretos, y lo más alto que ha volado la gaviota popular son los 17 diputados que obtuvo en 1995 la candidatura liderada por Aleix Vidal- Quadras. En esa convocatoria, el mapa político catalán sufrió una sacudida, Jordi Pujol perdió la mayoría absoluta y el PP pasó de 157.000 votos (en 1992) a 421.000, aprovechando el viento a favor de la presidencia de José María Aznar, que meses después –marzo de 1996– ganó las elecciones generales. El lema electoral en ese 1995 fue "Catalunya plural", que Vidal-Quadras defendió con un método que se ha revelado recurrente en el PP: españolismo recalcitrante y confrontación lingüística. Vidal-Quadras también había sido candidato en 1992, coincidiendo con un periodo de máxima agresividad del PP contra CiU. El lema Per una Catalunya de tots apuntaba contra el nacionalismo excluyente. MÁS INFORMACIÓN : Los comunistas catalanes pasan en tres décadas de la ortodoxia marxista al ecosocialismo ERC: Montaña rusa electoral PSC: Fórmulas sin magia CiU: Mas aspira a 'enlairar' en el 2010 el país que Pujol se propuso 'aixecar' en 1980 -------------------------------------------------------------------------------- Pero la táctica del PP para ganar votos en Catalunya es pendular. De hecho, Vidal-Quadras cayó en desgracia en 1996 –poco después de dejar el listón en 17 diputados–, cuando Aznar necesitó a CiU para gobernar España; en el Parlament, el PP suministró oxígeno a Pujol. Y en 1999, con Alberto Fernández de candidato, el lema fue un premonitorio "Decisius". La lista logró 12 escaños, que sí fueron decisivos por la aritmética parlamentaria. Instalado en la mayoría absoluta que logró en el 2000, Aznar envió al ministro Josep Piqué a darle un giro catalanista al PP y ocupar el centro político. En el 2003, Piqué llegó a 15 diputados, con el lema "Creiem en Catalunya". En el 2006, Pasqual Maragall daba por terminado abruptamente el primer tripartito y Piqué volvió a ser el candidato del PP –liderado ya por Mariano Rajoy– con un lema casi terapéutico: "Que guanyi el sentit comú". El ex ministro retuvo 14 escaños, pero ocho meses después dimitió tras sucesivos choques con el ala más ortodoxa del PP, que defendía su espacio y acabó imponiendo un nuevo y efímero presidente en Catalunya, Daniel Sirera. Desde julio del 2008, la nueva apuesta es Alicia Sánchez-Camacho, ya proclamada candidata para este 2010. Con anterioridad a 1989 no existía el PP sino su matriz, Alianza Popular. Bajo esas siglas se presentó en 1984 el candidato Eduardo Bueno, con el lema "Som la resposta". Bueno sacó 11 escaños, aunque tiró la toalla al año siguiente, desalentado por el intervencionismo de Manuel Fraga desde Madrid, una prerrogativa a la que Génova no renuncia. Fraga tuvo una accidentada sucesión hasta llegar a la refundación de 1989 y el ascenso de Aznar al frente del nuevo PP. Jorge Fernández Díaz fue candidato al Parlament en 1988, en el ecuador del mandato turbulento de Hernández Mancha, y logró 6 escaños con el lema "Aliança és popular". En 1980, cuando se celebraron las primeras elecciones al Parlament, Alianza Popular –tras una cadena de relevos en la dirección catalana– dio un paso atrás en favor de la candidatura del empresario Joan Echevarria, que se presentó bajo las siglas de Solidaritat Catalana. Echevarria no obtuvo escaño, y eso que su lema "Catalunya ja té un líder" aludía a lo que el país estaba buscando.
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