Lucia y el sol
El sol apretaba más que nunca y como nunca , las mujeres resplandecían ante la luz solar.
El calor , el sudor y el deseo se abrían paso entre agua y arena.
Nadie se movía pero todos se miraban .
Felina, Lucia se levantó y caminó desidiosa hacia aquel cuerpo musculoso que no la dejaba vivir .Sin mediar palabra, comenzó a untar generosamente de crema aquella escultura griega.Sonriendo , le pidio un cigarrillo , cerillas y encendiendo una , la arrojó descuidadamente sobre él ,dejando una hoguera a sus espaldas .Lucia ,satisfecha , comento para si misma lo mucho que odiaba los tangas de Leopardo.
Jaaaajaaaa, chavales ,yo de vosotros no me pondria un tanga leopardo o similar , no sea que salga alguna lucia cualquiera y os convierta en una pira en las piscinas municipales.