Utrillas - Teruel

Hola, lo que os cuento es real, y lo confirmo, ya que fui parte del grupo de personas que lo vivieron.
Todo comenz� un d�a en la escuela, �ramos un grupo de cinco personas, a las que nos agradaba jugar la ouija.


Estuvimos esperando que dieran las 12 de la noche.Cuando ya estabamos solos y una vez seguros de estar solos preparamos todo para comenzar , ya sabeis las velas, las oraciones que se tienes que decir etc.

El edificio donde est�bamos era de tres pisos, nosotros nos encontr�bamos en el segundo, como en muchos lugares, los salones est�n numerados. Nuestro sal�n era el n�mero doce. Comenzamos a invocar a los esp�ritus y todo empez� normal, los contactos eran entes inofensivos que nos relataban como hab�an muerto, donde estaban ahora y cosas m�s o menos normales.
Ya cansados y a punto de irnos, yo dije:
- Una m�s y nos vamos.

Todos accedieron, y as� fue como empezamos una nueva invocaci�n que nos marcar�a la vida para los restos. Le preguntamos:
- Cual es tu nombre?
A lo que contest�:
- Alma
- Quieres hablar con nosotros?
- Si, pero no aqu�.
- �Donde?
- Vayan al 18.

Todos salimos corriendo en busca de alguna habitaci�n que tuviera el n�mero dieciocho, buscamos por todos sitios y nada, hasta que se nos ocurri� mirar en el s�tano y all� estaba, el sal�n n�mero dieciocho.

En �sta planta s�lo hab�a un sal�n, y por alguna raz�n desconocida todos teniamos miedo, pero decidimos armarnos de valor y entrar para seguir con el contacto.
Tomamos la ouija y preparamos todo nuevamente, preguntamos de nuevo:
- Alma �estas ah�?
- Si
- �Esta mejor este lugar?
- Mucho
- �Por qu� nos trajiste aqu�?
- Para mi venganza

Todos asustados tratamos de salir de ese lugar pero alguien hab�a cerrado la puerta, tampoco pod�amos abrir las ventanas, en nuestra desesperaci�n notamos que una sexta persona estaba en el cuarto con nosotros, cuando la vimos , yo quise gritar pero no pude, es m�s, algo me atra�a y me acerqu� hasta ella como si estuviese hipnotizadao, tome su mano y en ese momento pude ver su rostro. Era una mujer joven, con cara de sufrimiento, sus ojos y su pelo negros su vestido oscuro, y en pocas palabras hermosa. Cerca de ella sent�a miedo, mas bien pavor, mis amigos trataban de alejarme pero la fuerza de ella era m�s fuerte, en el momento que toqu� su mano vi como hab�a muerto, sent� su dolor su rabia, y me ped�a que matara a uno de mis amigos con tal de que ella descansara en paz, yo dije que no y me avent� por todo el sal�n como si fuera un trapo. Por fin amaneci� y pudimos salir de ah�. Todos est�bamos golpeados y hab�a sangre por todo el cuarto, escrito con sangre en la pared ponia: - VOLVERE -
Fue horrible y desde ese d�a, ya no hemos hecho la ouija, ese sal�n ya no se utiliza.

Quiz�s esta no sea una historia de taparse con la manta hasta los ojos y temblar de miedo... Simplemente relatar� lo que me sucedi� a mi hace ya alg�n tiempo (quiz�s 1 a�o y poco aproximadamente) Son de estas historias que te hacen pensar en la presencia de "algo o alguien" que permanece a nuestro lado aun sin nosotros poder verlo.

Era de madrugada, yo acababa de llegar a casa de fiesta y me conect� a internet. He de decir que mi casa en invierno es un autentico congelador y que mi madre, por paranoias suyas no es partidaria de la calefacci�n.

Hablaba con un amigo, yo estaba con la ropa puesta tal y como hab�a llegado, cuando para mi dije: Que fr�o tengo! Segu� hablando con el por el messenger cuando de repente o� un ruido en mi habitaci�n que est� al lado, como aire. Fu� de repente, antes no lo o�a as� que me acerqu� a mi habitaci�n abr� la puerta y me di cuenta de que mi estufita peque�ita se hab�a encendido!!! es una estufa que da aire caliente y que es imposible que se encienda sola porque hay que girar un bot�n que no es que vaya muy suave.

No me asust�, y adem�s tampoco le di mucha importancia y es que me hacia falta el calorcito. Pero es que cuando fui al comedor la estufa tambi�n se hab�a puesto en marcha...

No pod�a ser nadie porque mi madre no estaba, solo estaba yo. Asi que fuera lo que fuera "alguien" me escuch� y quiso ayudarme encendiendo todas las estufas de mi casa solo para que yo no pasara fr�o.

Y me sent� tan tranquila de saber que alguien me ayudaba!!!!

Estaba durmiendo cuando un pequeño ruido me despertó...al principio no sabía lo que era, pero me di cuenta que eran pasos que se acercaban a mi cama. No quise desvelarme del todo, ni siquiera abrir los ojos pues daba por echo que era mi padre o mi hermana que habían entrado un momento para a lo mejor coger algo de mi habitación.
Lo raro empezó cuando aquellos pasos no terminaban nunca...todo el rato los escuchaba y empezé a tener miedo...cuando tuve esta sensación los pasos empezaron a sentirse cada vez más cerca de mi cama y cada vez más cerca hasta que derrepente ya no se escucharon.
Yo dejé de respirar durante un buen rato, todabía seguía de espaldas a la puerta de mi habitación y ahora si que no me iba a darme la vuelta...no podía, estaba aterrado, no podía girarme, estaba agarrotado en esa postura.
Todabía no había acabado la cosa...empezé a respirar muy hondo y me dí cuenta de que no podía respirar más despacío del pánico que sentía...saber que a mis espaldas había algo y me aterraba. Por un momento no escuché nada, solo mi respiración...que no dejaba de ser profunda y fue entonces cuando escuché una segunda respiración, es decir, yo respiraba y cuando soltaba el aire escuchaba como alguien soltaba también el aire...ya no sabía si me estaba "emparanoiando", pero lo comprobé cuando dejé de respirar por un momento....DIOS MIO...aquella respiración la sentía, había alguien a mis espaldas...esa extraña respiración la empezaba a sentir cada vez más cerca de mí, cada vez más cerca hasta que pude apreciar el aire en mi oído....SUS LABIOS ESTABAN PEGADOS A MI OREJA...y un grito salió de mi boca que hizo girarme.
Estube un instante sentado, incorporado en la cama esperando a que mis padres se levantasen asustados por el grito que había lanzado, pero nadie abrió mi puerta....nadi me había escuchado...ERA IMPOSIBLE, jamás había gritado con tanta fuerza.....toqué mi oreja y estaba casi congelada, me dolía del frío...fué la experiencia más aterradora que he tenido en mi vida...y ahora que la cuento no puedo evitar soltar una lagrima.