¿El Crucificado o El Resucitado? El crucificado ó El Resucitado Dios, nuestro Padre Eterno, nos envió a Su Hijo para que nos liberásemos de nuestros pecados y podamos así regresar a casa, al reino del interior. Quien crea en ello, en que esta poderosa fuerza del Amor vive en nosotros, cumplirá lo que Jesús nos ofreció a cada persona y vivió dándonos su ejemplo. “En verdad, la resurrección del hijo de Dios debéis llevarla en el corazón, y a través de Mí, el Cristo, el Resucitado, resucitar de vuestros pecados para que podáis entrar en la vida que Yo, en el Padre, Soy. Repito: Quien piensa en el crucificado y adora al cuerpo colgado en la cruz de la resurrección, aún está colgado él mismo en la cruz del pecado, no me ha aceptado ni acogido aún en su corazón. Es decir que quien dice que sí al hecho del cuerpo en la cruz, aferrándose aún a la cruz con el cuerpo martirizado, no ha resucitado aún en Mi, el Cristo; da testimonio de sí mismo, de que se deja influenciar por lo pecaminoso. Pues los demonios quieren ver al crucificado, la cruz con el muerto, que para ellos significa la derrota del Nazareno, no la victoria del Cristo. Con el cuerpo muerto en la cruz, quieren inculcar a la humanidad la idea de que el hijo de Dios ha sucumbido al pecado. Pero Yo he resucitado y he regresado al Eterno. Os he traído la Redención. La cruz sin el cuerpo simboliza la resurrección y la victoria sobre las tinieblas”. Del Libro: Esta es Mi Palabra. Alfa y Omega”. Vida Universal www.vida-universal.org
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