La Mata de los Olmos - Teruel

Hay cierta anécdota que, sin saber su veracidad como en cualquier otra, me atreveré a contar. Un día le preguntaron a Chesterton, escritor inglés, que cuál era su opinión sobre los franceses. Y él impertérrito, contestó: “No lo sé, no los conozco a todos”. Esto viene al caso por ese tema del nacionalismo que ahora, encima y en el colmo de su propio desvarío, cierta izquierda parece querer respetar. El nacionalismo, el orgullo de sentirse de un lugar geográfico determinado y de pertenecer a un “pueblo” y a una cultura, parece que va poco a poco ganando posiciones. Sin embargo, no puede ocultar su autentica cara: es paleto.

Si vas a dar una definición tan simple del nacionalismo aquí tienes a la primera paleta. Estoy orgullosa de sentirme de La Mata y de pertenecer a ese "pueblo" y a esa cultura. ¿Tiene esto algo de malo? para mí no, para tí por lo visto sí.


Saludos y viva La Mata.

No soy nacinalista, pero mi pueblo es el mejor del mundo. No pareces tener muy claro lo que es el amor a un pueblo, a una región, a un país o a lo que haga falta........ y con esto termino porque no quiero entrar en tu sucio juego.

Opino que el verdadero paleto es el que no respeta lo propio. EL orgullo de ser de La Mata es algo que se lleva dentro. Cuando se vive aquí las cosas se ven de otra manera; si me voy de vacaciones y en la prensa se nombra a algún pueblo vecino, por ejemplo Los Olmos, siento una gran alegría, siento que es algo cercano; lo mismo cuando nombran Teruel o algo de Aragón. Y finalmente desde el extranjero, todo lo que acontece en España, así pues ni más ni menos que siento orgullo por lo mío y lo siento en perspectiva.
El Paleto es el urbanita que se viene de vacaciones al pueblo a quejarse de todo, a lamentar que esto o aquello no está tan bien como desea. Luego los hay que vienen con orgullo de sus raíces y lo que menos les importa es si la basura se recoge cada dos o tres días, si el cesped de la piscina está más o menos duro, porque de lo que más disfrutan es de su pueblo y de la gente.

VIVA LA MATA DE LOS OLMOS