Arroyofrío - Teruel

Hola amigos y amigas de Arroyofrío:

Me hace mucha ilusión que tengamos un lugar para poder explicarnos cosas de la tierra. Yo que ya tengo mucha edad y pocas tareas que hacer, pienso mucho en mi aldea, de hecho casí todas las noches viajo a la casa que me vio nacer. En mi viaje nocturno recuerdo muchas cosas de cuando era niño, cuando iba de pastorcico, recuerdo historias que me contaba mi madre Matilde a la vera del fuego, con la edad me he dado cuenta que hay una parte de nuestra memoria que está todavía más viva, la memoria de cada día la perdemos a marchas forzadas, a veces me cuesta saber si me he tomado las pastillas o no, pero la memoria histórica perdura y con fuerza. Recuerdo con mucha intensidad un romance que me contaba mi madre, y a mi madre se lo había contado mi abuelo, parece ser que lo recitaban mientras iban de viaje con las ovejas. Mi abuelo paterno Mariano Domingo iba de mayoral con unos rebaños de una señora de Valdemeca, en verano lo pasaban en la Vega de Tajo y en invierno en Andalucia, allí pastaban en unas fincas y como es natural, las encerraban en redes pòr lo tanto tenían 4 o 5 perros para protegerlas de los lobos y de aquí surge una historia que le ocurrió a un pastor y se titula la LOBA PARDA.

Estando en la mia choza
pintando la mia gallada
las cabrillas iban altas
y la luna rebajada.
Vi de venir siete lobos
y en medio una loba parda
por una larga cañada.
Venían echando suertes
a ver a cual le tocaba,
ya le tocó a una loba
tuerta, coja y jorobada.
No te acerque a la red
que tienes muy mala entrada,
tengo siete cachorritos
y la perra guardiana
y el perrito de los hierros
que para ti solo basta.
Ni tus siete cachorritos
ni tu perra guardiana
eso para mí no es nada,
que tengo unos colmillos
que cortan como navajas.
Dio dos vueltas a la red
y no pudo sacar nada
y a las tres vueltas que dio
sacó una cordera blanca,
hija de la oveja negra,
nieta de la Morriblanca,
que la querían los amos
para el primer día de Pascua.
Arriba siete cachorros,
arriba perra guardiana,
a correr la loba parda,
que si bien me la corréis
tenéis la cena doblada,
siete calderos de leche
y otros siete de cuajada.
Si mal me la corréis
con lo gordo de la gallada,
la corrieron siete leguas,
todo por tierras muy llanas,
la corrieron otras siete
por laderas y montañas,
al cruzar un arroyuelo
y al subir una solana
vio venir al pastorcico
con el cuchillos sin vaina.
No me mates pastorcico,
yo te daré la cordera
buena y sana como estaba.
Yo no quiero la cordera
de tu boca babeada,
lo que quiero es tu pellica
para hacerme una zamarra.
Ya tenemos allí tres
colgadas en una barra
nada más nos falta la tuya,
para ribetearlas,
los dientes, para pendientes
los colmillos, para usillos
las muelas, para castañuelas
las orejas, para abanicos
para abanicar a mi dama,
la cabeza, para un zurrón
para llevar las cucharas.