PROHIBIDO HABLAR ESPAÑOL Una tienda de frutos secos de Barcelona ha sido sancionada con 600 euros. El motivo, rotular en castellano. Omnium Cultural, entidad subvencionada por la Generalidad cuya función es señalar a los comerciantes que no cumplen la "política lingüística", presentó una denuncia porque el establecimiento estaba rotulado en castellano. Los propietarios cambiaron el letrero exterior. Sin embargo, una inspectora acudió al local y les indicó que les iba a sancionar porque los rótulos interiores estaban en castellano. Por ello, la Fundación DENAES ha exigido al Gobierno que ponga fin a la persecución que sufren los comerciantes, que raya en "el terrorismo lingüístico". Según DENAES "es inevitable hacer un paralelismo con los empresarios del País Vasco víctimas de la extorsión de ETA que pagan a la organización terrorista y guardan silencio para no tener problemas". En Cataluña, señala DENAES, "el asqueroso papel de matones y chivatos corresponde a la asociación conocida como Omnium Cultural, subvencionada por la Generalidad, que se dedica a denunciar y señalar a los comerciantes que no se pliegan a la extorsión lingüística, y la Generalidad en el papel de recaudador a través de las multas".
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