Reus - Tarragona

Musulmanes denuncian la pasividad de la administración catalana ante el fundamentalismo

El extremismo islamista se ha introducido entre los inmigrantes a pesar de las denuncias presentadas por los propios musulmanes residentes en Cataluña.

REDACCION HO.- Las agresiones a musulmanes que no practican el islam según los cánones del fundamentalismo islámico se vienen repitiendo en España desde hace algún tiempo.

Tras el último caso conocido, el de la mujer embarazada al que un “tribunal” islámico de hombres, en aplicación de la sharia, condenó a muerte, algunas asociaciones de musulmanes con residencia en España han recordado que llevan tiempo denunciando la radicalización del colectivo al que pertenecen, sin que los distintos gobiernos tomen medidas.

El extremismo se está instalando sobre todo en Cataluña, región donde se ha acogido a un mayor número de inmigrantes musulmanes. El presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí, Mohamed Alami, ha declarado a El Periódico que denunció hace años las agresiones a mujeres que no llevan velo:

“Hace tres años que denunciamos a estos extremistas que usan la fuerza para imponer sus ideas religiosas. Sin embargo, la administración catalana no nos hace caso y ha dejado el campo libre para que las visiones más radicales del islam se instalen en Cataluña. Muchas chicas tienen que soportar que las miren mal, intimiden o insulten.”


En algunas ocasiones, según denuncia esta asociación, las chicas son directamente atacadas y golpeadas. Los miembros de la asociación Atlas Magreb también han informado de hechos similares:

“Desde la mezquita se dijo en un sermón del viernes que todos los miembros de nuestra asociación éramos kufar (infieles). Esa afirmación es gravísima pues da luz verde a que cualquier musulmán pueda agredirnos."


La asociación, radicada en Lérida, ha visto como los instigadores de esta violencia desde la mezquita veían recompensada su conducta desde las instituciones: la mezquita ha recibido del Ayuntamiento nuevos terrenos en los que levantar un edificio de mayor tamaño.

Según las asociaciones denunciantes, los islamistas ofrecen en España trabajos a quienes se suman a sus filas. En Reus, lugar donde se desarrolló el “juicio” islámico contra la mujer embarazada acusada de adulterio, El Hassane Jeffali, responsable de la asociación Adib Biladi, reprocha su pasividad a las autoridades catalanas:

“Solo han tomado como interlocutores a asociaciones religiosas cuando han tenido que acercarse al colectivo de inmigrantes marroquíes. La Generalidad debería apostar por asociaciones culturales cívicas y no religiosas que difundan valores de convivencia e integración.”

https://azteoir.org/node/26198