El Vendrell - Tarragona

El Bundesbank castiga a un ex ministro por sostener que "los musulmanes están desangrando Alemania"

Ante la imposibilidad de despedirle, el banco central alemán le ha relegado de miembro del Consejo Ejecutivo al área de información tecnológica y control del riesgo El economista y miembro del partido socialdemócrata, la izquierda moderada, sembró la polémica con su libro "Alemania se desintegra" que presentó haciendo declaraciones como éstas: "La mayoría de los problemas económicos y culturales alrededor de la inmigración se circunscriben a un grupo de cinco a seis millones de inmigrantes procedentes de países musulmanes.

Los problemas económicos y culturales de esos inmigrantes tienen un impacto negativo a nivel social y económico en los países europeos que les acogen".

De los siete millones y medio de extranjeros que viven legalmente en Alemania, tres millones son de origen turco y 280.000, árabe. En Alemania, ya habían aparecido otros libros sobre la presunta amenaza del Islam, pero ninguno había generado una polémica de estas dimensiones.

Para el número uno de la comunidad turca en Alemania, Kenan Kolat, se trata simple y llanamente de una provocación del ex-titular de Finanzas de Berlín:" Todos conocemos perfectamente los problemas que hay, porque hemos hablado de ellos durante años. Lo que hace el señor Sarrazin no aporta soluciones, porque estigmatiza y difama".

Aunque los defensores de Sarrazin ven en el libro una aportación a la discusión sobre la integración de los extranjeros en Alemania, muchos políticos y representantes religiosos, no solo islámicos, sino también judíos consideran que no es más que una provocación que cae en el racismo y la islamofobia.

Habla Ayyub Axel Köhler, Presidente del Consejo general Musulmán: “En cierta forma, Sarrazin es un populista que apela a los instintos más bajos de la población y eso es lo que le hace tan peligroso. Yo creo que en nuestra historia tenemos suficiente experiencia para saber que potencial explosivo se esconde en este hombre”.

Ya el año pasado, Sarrazin levantó ampollas cuando declaró que "los inmigrantes musulmanes cuestan a la sociedad más de lo que aportan debido a su escasa actividad laboral y a los beneficios sociales que reciben". En esta ocasión, su intento por responder a los críticos ha terminado por agravar más las cosas al sugerir que el problema es genético.

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