Cambrils - Tarragona

LA ESPE

A la Espe parece le han enterrado algo que no esperaba, por semejante sitio y sin lubricante, y es que los de su panda son unos desconsiderados con “esa dama”, ¡Ja!

Parece no es lo mismo dar que recibir, (me refiero a la leña) , esta “dama” cuando alimentaba o alimenta tempestades, cuando ejecuta la hipocresía, en actos heroicos e impúdicos, pero ordeñando la vaca, y en ellos se muestra feliz, muy feliz, casi exultante, también insultante, en ese tiempo hasta parece no necesitase urgentemente de un cirujano plástico, y que además de serlo, fuese heredero de las dotes de Merlín, para poder realizar medianamente, su arte en ese hocico.

Es feliz cuando se abalanza sobre unas desvalidas enfermeras, de una Institución y que además no es de su propiedad, tampoco las enfermeras, y estas aún tuvieron la decencia de no soltarle una patada “intra-piernosis”, además con la chulería característica del guapo apoyado, mascando como burra caliente, en indigna posesión de la situación.

¡Pero ay oño! Como cambia la jeta cuando no es tomada en cuenta, ni nombrada ni pensada en el congreso de su manada, ahí salen coces a diestro y siniestro, amenazas veladas, o sin velar, olímpicamente ignorada, como mueble viejo y destartalado, que no cuadra con nada, que solo estorba, y no se sabe donde arrinconarlo, ahí si, el hocico se le tuerce y retuerce como trompa de elefante, hace muecas por detrás y por delante, masca su tragedia al instante, y muestra el diente, nuestra “dama” reluciente.

Está tan contenta nuestra insigne presidenta, que su “alegría” le hace fruncir el ceño y algo más, ¿Qué estará rumiando en su torticera mente? Seguro esperaba un coñazo por un lado, y le entró la mano por el otro, en argot llano y sencillo, le agarraron con las bragas por el piso. Sin embargo ahora parece que en la manada no quieren dejarle por fuera, así casi como una caridad, y esto parece le enerva la sangre, momentos difíciles de nuestra “dama”, tan amargos como se los hizo pasar a esas tres enfermeras, y ahora si, necesita de ese mago cirujano que le cambie la jeta, pero habrá de apelar a Merlín de una forma violenta por si es escuchado.

Ajo y agua Espe, y arena para no escurrirse, y un poco de sal y vinagre para cicatrizar,
Espe, sal corriendo que la esperanza es lo último que se pierde, aunque pierda la Espe.

UNO MAS.