Cambrils - Tarragona

Especialmente dedicado a Tamboriler y a los tuertos que no quieren ver la clase e gobernantes que han elegido y que nos ha tocado padecer. Por supuesto no es de "El País".
Gobernantes caros e ineficaces. El enredo del trasvase y la falta de médicos en Cataluña, ejemplo de incompetencia.
Lo que diferencia al gobernante eficaz del incompetente es la capacidad de prever los problemas y de buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde.
El primero suele tomar decisiones a menudo difíciles; el segundo, para no mojarse, se refugia en la demagogia política y retórica ideológica. Raro es el gobierno autónomo que no reúne a consejeros ineptos, pero es evidente que en unas comunidades se nota más que en otras. Por ejemplo, en Cataluña, donde algunos gestores no han estado a la altura deseada y no ha sido capaces de prever las necesidades, aún las más básicas, de sus administrados. El caso de trasvase a Barcelona, propio de una comedia de enredo, y la falta de personal en la Sanidad, son dos ejemplos claros de esta insuficiencia.
Tras varias semanas de confusión, de decisiones apresuradas y de improvisación, se levantaron anteayer las restricciones al consumo de agua y se dio por cerrada la crisis del suministro a Barcelona. Por su parte, el Consejo de Ministros tiene previsto derogar este viernes el trasvase del Ebro que desde un principio se disfrazó de “conducción para el aporte hídrico”. A la vista de todo lo sucedido, el ciudadano tiene la impresión de que la única muestra de eficiencia del consejero de Medio Ambiente, Baltasar, fue pedir unas rogativas a la Virgen de Monserrat, pues sólo la lluvia en abundancia caída del cielo ha salvado la cara a los políticos. Sin embargo, el que se haya esquivado el problema no significa que se haya solucionado, pues volverá a reactivarse en cuanto venga otro ciclo de sequía. De por medio, se han malgastado 10 millones de euros de los contribuyentes en pagos realizados o comprometidos. También el Gobierno de ZP, que hace cuatro años derogó el trasvase por MERA DEMAGOGIA PARTIDISTA, ha tenido un papel estelar en este caro enredo. Consciente del pantanoso error en el que se ha movido la ministra Espinosa ya no descarta nuevos trasvases y ha prometido buscar el consenso para garantizar “agua para siempre” y para todos, “sin posiciones dramáticas”. Eso sí, excluye el Ebro para que ZP no se vea obligado a retractarse de su dogmática posición: “Mientras yo sea presidente, no habrá trasvase del Ebro” dijo en Marzo. No parece que poner límites de arrancada sea la mejor manera de buscar el consenso.
El segundo problema de Cataluña donde ha habido falta de previsión es el del déficit de médicos, enfermeras y personal auxiliar, más acuciante en periodo vacacional. La consejera Geli ha pedido al ministro Soria que abrevie la burocracia para contratar a 1.000 sanitarios extranjeros, incluso aunque no tengan el título homologado. Aparte de la manifiesta ilegalidad de la petición resulta asombroso que no se haya movido un dedo hasta el mes de Junio para cubrir las vacantes veraniegas. Pero al margen de la imprevisión, la cuestión de fondo en Cataluña es otra y tiene que ver la asfixiante atmósfera nacionalista acentuada en los últimos años. La imposición lingüística, que puntúa igual el conocimiento del catalán que una tesis cum laude y que presiona abusivamente al estamento sanitario con controles y hasta espionaje idomático, disuade a cientos de médicos de otras comunidades a trabajar en Cataluña, donde ni siquiera podrán escolarizar en castellano a sus hijos. Es un sarcasmo que ahora la consejera Geli pida a la desesperada médicos hispanos sin tener siquiera el título homologado, mientras a los facultativos del resto de España se les ha puesto incontables obstáculos para mayor gloria del nacionalismo.
Muñoz español.