Contrastes. Hace unos días me pilló en Belem la celebración del Nakba donde el pueblo palestino llora por unos hechos ocurridos hace sesenta años y sé que unos kilómetros más allá,las parrilladas de carne,los desfiles militares y un sesenta azul hecho de humo por aviones militares,ensalzaban el regreso a la tierra prometida de los descendientes de Abraham. Sin entrar en quién la tiene,lo impepinable es que aquí hay un problema y creo que no es de recibo que aparezca el Tío Sam para unirse al jolgorio mientras en El Cairo intentan una vía diplomática de solución.Cuánta hipocresía y cuánta palabra hueca.Debe haber muertos de primera,de segunda y no muertos,zombies en forma de refugiados que guardan muchos de ellos la llave de cobre de la puerta de su antigua casa por si algún día vuelven. Tengo ganas de salir y sé que este año,a diferencia de otras veces,me iré con el pecho dolorido aunque los contratos mercantiles hayan sido firmados y comprometidos. Hay otras cosas que me harán refugiarme tras las permanentes gafas de sol para que no se note cuánto me duele esa arena y qué le están haciendo.Cada vez es más complicado volver y sobretodo moverse fuera de lo estrictamente turístico.Visados,permisos de permisos para el permiso,validaciones,recomendaciones y cada vez más real el miedo a que en un miserable control al soldadito de turno le dé por ganarse la eternidad y nos repase el esqueleto con cincuenta y tres balas. La faena está hecha y ahora sólo esperar un papelito que diga,realmente es así,que estamos limpios y podemos volver a casa pese ha haber estado en contacto permanente con el mundo árabe. Xau ya marchó a las américas ricas de altos rascacielos porque ya se sabe que quien tiene padrinos,se bautiza y China pesa. Y aquí quedamos,mi sobrio toledano y un catalán cansado,cercana la medianoche,él apurando el último de Millás y yo esperando la conexión de la final de la Champions. La próxima que escriba,espero que desde casa. Un saludo. El Tamboriler del Bruch. |