Cambrils - Tarragona

Hace pocos días hablé de lobos con piel de cordero. Ahora es otro cosa. Una loba con piel de loba que empieza a descubrir sus cartas. Que Dios coja confesado a Marianico, y con los apoyos suficientes, porque sino la loba se lo merendará crudito. Ya comenzó la campaña desde “su” televisión y desde los medios de comunicación que la ensalzan y alaban, los de los dos jotas, Pedro J. y J. Losantos.

La ultraderecha española está contenta, al fin ven a su lideresa sacar los pies del tiesto y empezar a dar señales de lo que pretende. Espero que no tenga los suficientes apoyos, y que en caso de que los consiga, el resto de España la ponga en su sitio y no la permita ganar jamás unas elecciones. Apañados iríamos en ese caso. Esta mujer es una nueva Luis Candelas, una versión actualizada de Robin Hood pero a la inversa de los dos citados, le quita a los pobres para dárselo a los ricos. Lo que está haciendo con la educación y la sanidad públicas en la Comunidad de Madrid no tiene nombre. O si lo tiene : Demolición. Ella continuaría con la labor iniciada por Aznar de acabar con toda empresa y servicio público. A privatizar tocan.


En Leganés y Fuenlabrada pretende eliminar media docena de colegios públicos con la excusa de que los va a fusionar ¿cómo se fusionan colegios?. Y en el resto de la comunidad la enseñanza pública está bajo mínimos, con cada vez menos medios, menos inversión, más olvido y dejadez. Y mientras tanto, subvención va y subvención viene a los colegios privados, y si son religiosos mejor que mejor.

En el hospital de Coslada se la revelan los pacientes, hartos de esperar horas y horas en Urgencias. Menuda urgencia. Tuvo que intervenir la policía para sofocar los ánimos de los enfermos. Como en los viejos tiempos. El personal de la sanidad está de huelga reclamando más medios y efectivos. Y mientras los nuevos hospitales con los que tanto pisto se dio la Presidenta en sus inauguraciones se entregan a la gestión privada. Muy bonito, se pagan con dinero público, se regalan al sector privado.

Por desgracia, en los últimos días he tenido que acudir en tres ocasiones, en días consecutivos, a las urgencias de la clínica Puerta de Hierro, por enfermedad de un miembro de la familia, y lo que he contemplado es dantesco. En ninguna de las tres ocasiones la estancia bajó de las ocho horas, llegando una de ellas a las diez horas. Gente acumulada en camillas en los pasillos, las salas más incomodas que uno se pueda imaginar, tanto para enfermos como para acompañantes, falta alarmante de personal. Pruebas que no se podían hacer aunque son vitales para algunos enfermos y para llegar a un diagnostico acertado, abandono de las instalaciones. Uno de los días coincidí con una señora de ochenta años que llevaba treinta horas en una sala de espera, a la espera de la instalación de un marcapasos, pero se demoraba su intervención. Y en tantas horas como pasé te da tiempo a escuchar conversaciones del personal médico, y te enteras de su acumulación de trabajo, de que tienen que doblar guardias por que no hay gente, en algunos casos debido a que se envían efectivos a hacer guardias a los centros privados a los que se derivan pacientes, de que son llamados en sus días libres para cubrir puestos ese mismo día por falta de personal. Todo vergonzoso. Uno de los días, desayunando en la cafetería, uno de los camareros, desde su barra, estaba dando una especie de mitin ante personal del centro que tomaban café, hablando a favor la sanidad pública y echando pestes de la presidenta. Cuando recabó mi opinión, le dije que yo pensaba que ella pretendía desmantelar ese tipo de sanidad, a lo que él me dijo: “Está usted equivocado, no va a desmantelarla, ya la ha desmantelado”. Significativo.

Tenemos una amiga de la familia que trabaja en el hospital de El Escorial, que da servicio a muchos pueblos de la sierra. Y lo que nos cuenta es de traca. Un ejemplo, hay una máquina para hacer mamografías que lleva tiempo allí, pero nunca se ha puesto en funcionamiento, y se derivan a las pacientes que necesitan ese servicio a clínicas privadas, con un coste enorme. A otra amiga nuestra la enviaron para esa prueba a una clínica de Torrelodones.

Siempre hablas, Muñoz, de la eficiencia en la gestión de nuestra derecha. ¿Es esto eficacia?. Si, eficacia en acabar con los servicios públicos. El que quiera sanidad, educación o seguridad que se la pague, y el que no pueda, que se jo.......Es la teoría de nuestra muy amada presidenta. Pero bueno, es lo que hay, la gente la vota masivamente y habrá que pensar que a la mayoría de los madrileños les gusta que se les trate así y respetarlo, la mayoría da la razón. Ajo y agua para los que abogamos por un buen servicio público.


Por cierto, Muñoz, y cambiando de tema, ¿qué te parece que con el alcalde de Torrepacheco ya sean treinta los cargos del PP de la Comunidad Murciana implicados en corrupción urbanística?. Sólo en Murcia treinta. Figúrate si contamos los de toda España. Pero como no hay mal que por bien no venga, al pincharse la burbuja inmobiliaria, esa corrupción bajará, y a partir de ahora esos trincones no tendrán opción de seguir forrándose con el ladrillo. Claro que, estando tan acostumbrados a coger a manos llenas, ya se inventarán otro “negocio” que les permita seguir “recaudando beneficios”.

Bnb.