Cambrils - Tarragona

Están locos estos romanos.Llevaba siglos sin dejarme caer por esta ciudad y compruebo que somos primos hermanos de ellos.La misma amargura disfrazada de terrazas,de chulería latina y,por supuesto,los mejores helados del mundo,el café más corto e intenso y los lettos de pizza,sólo por la tarde,más caros pero igual de buenos y los malditos gettoni.Me despierto con la noticia de la muerte del Moisés/Ben Hur del cine.No voy a entrar en cómo era en lo personal,con ese cambio demócrata a republicano rifle en ristre.Me quedo con su Julio César y los dos anteriores y,sobretodo,con su grito desgarrado en una playa ante la Estatua de la Libertad semiescondida en la arena:se nos ha ido un grande y aconsejo veáis las películas suyas en versión original para comprobar cómo era su voz.En esto del cine no he evolucionado.Sigo encandilado de los Newman,Redford,Conery,Streep y cuando pierdo a alguno es como si se me fuera algo de aquellas sesiones dobles en mi cine del barrio,con aquella interrupción mágica de "visite nuestro bar" y el deseo de estar algún día en la última fila con Olga,la pelirroja de sonrisa fresca,ojos verdes y pechos incipientes.
Debe ser la melancolía del Tíber o la enésima vuelta a la Plaza del Poppolo,no sé.O según bnb,el enésimo traspiés de mi Barça.Por cierto,tremendo el Berlusconi y su querencia al Gaucho.Me cuenta el camareo del hotel que como vaya a Milán el brasileiro se lo van a comer las moscas.Encojo los hombros,suspiro un lo que pudo haber sido y no fue y pido que rellene,con roquitas,el sabor maderero de mi paladar aderezado con frutos secos,rancios por cierto.
Me gusta Roma,se respira mal,muy mal pero enamora esta ciudad preñada de historia e histeria.Y los tomates a cinco con noventa y cinco procedentes de Tarragona,que me quise marcar un detalle y compré jamón,aceite de Corleone y pan siciliano a cambio de un caldo genovés:me costó la torta un pan por la mierda los tomates.Menos mal que el mencionado caldo se agarraba bien a la lengua.
Si algún día me pierdo,buscarme por aquí.Y si véis que no aparezco,la arena del Nazareno.
El Tamboriler del Bruch.

Yo también he sentido la muerte de Heston. Sus películas, se puede decir, que son patrimonio de la humanidad y para mí tienen un recuerdo especial, sobre todo las que se rodaron en España, pues me recuerdan una juventud estupenda, donde el ingenio y el atrevimiento jugaban mucho para ganar cinco duros, y me quedé con las ganas de ir como extra por la edad, mientras mis amigos algo mayores si pudieron hacerlo.
Me alegro de que estés disfrutando por las tierras romanas, y cuando retornes, "hablaremos del gobierno" (sic Tip y Coll).
Muñoz español.

Bueno, pues yo no voy a ser menos y también lamentaré la muerte de Heston, faltaría más. Me olvidaré de ese anciano decrépito que con rifle en la mano defendía el derecho de los americanos a ir armados hasta los dientes, que no fue capaz de decir una sola palabra en contra de matanzas como la de Columbine, provocadas precisamente por la razón de que en ese país cualquiera tiene acceso a las armas, y que era un ultraconservador recalcitrante, dejaré todo eso aparte y sólo me acordaré del gran actor que llenaba la pantalla, de Moisés, de Marco Antonio, de Rodrigo de Vivar, del último hombre vivo, del rugido de la marabunta, del Mayor Dundee, de las cuádrigas de Ben-Hur. Me acordaré de lo que significó para ese cine que fue y que no volverá. Un gran actor, una gran personalidad, una enorme presencia en la pantalla.

Muñoz, me gustaría que mucha gente de derechas de este país hiciera lo mismo, y olvidara la ideología del que dirige del que actúa, del que canta y del que escribe, y reconociera la valía de muchos de ellos, que dejara de llamar titiriteros a grandes artistas que sólo han cometido el pecado de ser de izquierdas y manifestarlo ¿es mucho pedir?. Separar la ideología de la obra, reconocer que aunque no nos guste la forma de ser de alguien su legado puede ser magnífico, no denigrar lo creado por alguien sólo porque no sea de nuestra cuerda.

Bnb.