Cambrils - Tarragona

07/03/08

Hoy he sentido un conato de envidia, si, lo confieso, debe ser la edad, un conato de envidia sana, creo yo, el caso es que URIBE, en su última intervención en la cumbre de RIO, ha dado al mundo una lección de ecuanimidad, solvencia, paciencia, responsabilidad, coherencia, saber estar, y al mismo tiempo de firmeza impresionantes, y todo ello sin levantar la voz, con un sosiego y dominio de si mismo increíble, aunque si he notado cierto nerviosismo, pero se ha sobrepuesto, y las emociones estaban ahí, las razones bien fundamentadas, suerte que tienen los colombianos al tenerlo como presidente, creo es un caballero, por cierto, no lo he visto usando la demagogia, verdaderamente es un Sr. Estadista.


ETA

¿Qué decir que ya no se haya dicho? Sigo pensando que el haber abolido la pena capital es un error de fondo, ciertamente se ha abolido para los asesinos pero ha quedado vigente para las víctimas, si, para los inocentes no se ha abolido, estos pueden ser ejecutados en cualquier momento, sin previo aviso, sin un juicio previo por el “terrible delito” de pensar diferente a la panda de asesinos.

Creo que en su mente está presente que no se les va a someter a castigo sumarísimo, no, se les otorga una celda cómoda, en una cómoda cárcel, en una cómoda cercanía de su lugar de origen para poder ser visitados por su familiares y amigos, o camaradas del asesinato a la carta, y servido a domicilio, saben que su estadía en prisión si se les consigue imputar y condenar, será leve, muy leve, tal vez con 10 o 15 años se solventa, y las comidas en prisiones españolas no debe ser mala, no del todo.

Estos irracionales saben que se le aplicarán los derechos humanos, no los que ellos aplican a sus vÍctimas, estas solo tienen el derecho y la obligación de morir, o de quedar a perpetuidad en silla de ruedas, parapléjicos y sin solución, no, a ellos no se les va a dejar parapléjicos o se les va a acortar la vida, y cosas curiosas, parece que además del placer de asesinar, les cabe otro placer, eso tiene un precio, salen de la cárcel y como por arte de magia tienen dividendos para montar negocios, y cerca de las familias de las vÍctimas, será para que no se les olvide, que están ahí, y que son intocables, parece que entendemos la vida y la convivencia al revés de cómo debe ser, parece que en esa ruleta rusa donde el arma la carga otro, donde no se sabe a que hora y en qué momento será segada una vida, que parece ser, estorba a alguien, y otro alguien se ocupa de quitar esos estorbos del camino, claro por un precio.

Sigo pensando que la Ley del Talión, era buena, muy buena, y esa debería estar vigente, ¡¡No hombre no, eso no es barbarie!!, barbarie es permitir que por efecto de las leyes almohadilla o colchón, los que si reciben la pena de muerte en toda su extensión y crudeza son los ciudadanos honestos, los decentes, los que no se atreverían jamás a matar a nadie, porque para eso deben estar las leyes, las normas, los derechos, pero estas/os no deben ser de goma, y mucho menos de mantequilla.

Que se les pregunten a las víctimas, a los familiares, y estos con la mano en el pecho, que digan si no les quieren ver muertos, y sin causar mas penas y dolor a nadie mas, yo si, yo prefiero verles donde no puedan causar mas dolor a nadie, y si para ello se les ha de hacer cruzar el umbral de la vida hacia la oscuridad, entonces simplemente se les debe aplicar la medicina, eso si, legalmente, y que los electos para fabricar leyes, se encarguen de fabricarlas y blindarlas, donde no quepa la interpretación, no, solo la ejecución y sin dilación.

25 asesinatos, sobre la espalda del tal Juan Achaos, o como carajo se llame, ese mal nacido terrorista, si al primer toque que se le hubiese dado, se le hubiera aplicado la pena capital, tal vez alguno de esos 25 asesinados ahora estaría vivo, y sus familias sin lutos, y la España mas tranquila, es simplemente tomar el menos malo de los caminos, y la Ley del Talión era efectiva, hora a esperar que retorne a la libertad, y que continúe ejerciendo el oficio de matarife a la carta, solo espero que no sea algún inocente el que caiga.