Cambrils - Tarragona

Esta sí que es mi semana de pasión.
Tras el recordatorio en la capital del Imperio por parte de unos romanos en calzoncillos, donde le explicaron a los aguerridos castellanos quiénes son los padres de nuestros orígenes, el por qué dominamos esta maravillosa lengua latina y cómo ha de expulsarse un buen vino tras su consumo, además de tender una bandeja de plata enorme al enemigo recalcitrante pintado de honor azul y sangre grana, camino de cumplir un trienio Champions a poco que los dioses ayuden. Y me acordé de mi hermano cibernético, sabe Dios que sí, pero como ya sabes bnb los días de fútbol, del bueno, sin importar quién contra quién, se me llena la casa para vaciarme la nevera y, sin embargo, llenarme la vida de comentarios jocosos, puyas tremendas, recuerdos entrañables y, sobretodo, de inundarme el comedor de amor familiar que bien vale un tres jotas, riojas o Chivas contaminado de hielo gasolinero. Los ojos de mi tamudo particular (qué cruz), seguro que eran un calco a los tuyos, bnb. Miedo, impotencia y, sobretodo, desesperación porque ¿qué cascabeles hacemos ahora con la parafernalia preparada ante el ya no tan seguro paseíllo y posterior celebración en la fuentecita?
Y ayer, cambiando de tercio, hice uso y abuso de una entrada personalizada en zona VIP de J.T., responsable máximo de seguridad en Catalunya referente a eventos organizados por el PSOE. Y allí fuimos, mi santa y un servidor, para comprobar que el alcalde y el President aburren a las ovejas pero tenemos a Carme Chacón, sorprendente en su alocución y una grata sorpresa por lo que os sugiero os apuntéis el nombre. Y Felipe, tremendo, como el buen vino ha ganado en sabiduría, saber estar y contundencia política. Y ese aire fresco en forma del actual Presidente del Gobierno Central. Salí contento, Muñoz, llámalo alienación o servidumbre borreguil pero tuve la gran suerte de contemplar a cuarenta mil almas cómo desfilaban por la Montaña Judía con un rictus de esperanza y con un deseo de querer seguir viviendo en un mundo de diálogo y escucha.
No soy de CiU. Jamás me verás, querido Muñoz, junto a la derecha ya sea catalana, vasca o andaluza. Ni en el polo opuesto a la izquierda nacionalista tipo Esquerra de Heribert Barrera, Rahola o Carod. Mi puesto está en el socialismo con lo que implica esta palabreja, porque hemos olvidado que deriva de social y sociedad, esto es, pueblo.
Y para terminar, compruebo que unos cuantos miserables quieren cargarse por la vía del tiro en la nuca este grandioso ejercicio de libertad. Con el chasquido de un tiro a un currela de Mondragón, quieren sembrar el miedo y la desconfianza en este sistema institucional democrático y quieren mezclar los cascabeles con comer trigo.
No podrán con nosotros. Retomo el famoso lema de No pasarán, y no podrán con la gente de bien que asomamos por los pueblos de la piel de toro. Mi rabia, mis ganas de creer en este sistema se acrecientan ante semejantes barbaries.
Por ello, el domingo a votar pero todos, derecha, izquierda, TODOS para que se demuestre de una vez por todas que el derecho a la palabra, a la discrepancia, al diálogo y al razonamiento han de ser las bases de este maravilloso Estado de Derecho.
Qué pena, qué gran pena hermanos!!!
El Tamboriler del Bruch