Cambrils - Tarragona

El clásico, como todos ellos, me dio menos que esperaba.
Me gusta que el próximo líder de la oposición haya cambiado las gaviotas y esté cerca de los bravos representantes de Osborne. Con un poquito de suerte quizás lo veamos recortado en la cima de las montañas, nevadas por supuesto, y encuentre de una vez por todas una utilidad pública, donde conseguirá, por fin, ser recordado por algo más que los hilillos, por su colección de carteras ministeriales y el huyhuyhuy "pa habernos matao"del aparato volador.
Me parece patético que ahora busque, cual Madonna a Susan, desesperadamente el voto del inmigrante, mostrándole el Dorado de la regularización y el papeles para todos para después, hay quien no cambia, deslice sibilino que las cárceles están llenas de delincuentes foráneos en su mayoría. Un partido popular que el día que tuvieron superávit de pateras manifestó el Líder "había un problema y lo he solucionado": picotazo de sedante, Hércules del ejército y doscientos desesperados devueltos a su país por el artículo de los cascabeles.
Es bochornoso que se le eche en cara a este gobierno que las labores sociales emprendidas han sido un fracaso cuando ahora existe una ley de igualdad y violencia de género, una bonificación por natalidad, cuando las pensiones van acercándose al mundo real, cuando el paro ha descendido, ayudas para jóvenes que se quieren independizar...que son todas muy mejorables, de acuerdo, pero sin base, sin camino, no se llega a ninguna parte. Se hace camino al andar. Quietos, inmóviles, nos comen las moscas y el matamoscas siempre lo tienen los mismos. Claro que un partido que pone pegas a la reforma de la Ley del divorcio, pues eso. Por no hablar del aborto (vade retro, satán) o el derecho a morirse en paz y sin dolor.
Agarrarse ahora al Pacte del Tinell, dudo si lo ha leído, para justificar el se rompe España, un partido que a Andalucía o Valencia dice sí, y cuando cambiamos la lengua entonces no: artículo 20, entre otros, bravo Mariano y calla o se despista con el asunto Navarra para vomitar que el actual Presidente ha agredido a la AVT, y no contento lanza los cascabeles gallegos y se reafirma, sin matizar el uso que se puede extender del verbo agredir y alguno pensará que Zapatero le sacudió dos yoyas al representante de esta asociación.
Y como colofón, canto a la niña española que cuando empiece a amanecer en la nueva España sabrá perfectamente cuál es su sitio en esa sociedad que le dibuja el tito Mariano.
Morir matando es de desesperados, de viajeros sin billete que contemplan cómo se marcha el tren de Moncloa y que la sombra de Gallardón es alargada. Le va mucho en este envite a Mariano.
Y de Zapatero, espero mucho más, no se gana sólo con la rosa, la o de obrero, el talante y la educación. De tanto en tanto, un repaso por la doctrina de Alfonso Guerra no le vendría mal.
De todas maneras, queda la vuelta y como buen culé, sabe que el Camp Nou impresiona.
El Tamboriler del Bruch.