Cambrils - Tarragona

TODO A CIEN. Martín Prieto.

Los dos cuerpos de nuestro bipartidismo venden ministros como en los cambalaches chinos de todo a cien en el entendimiento que por serlo o haberlo sido poseen un aura que hipnotiza los votos. A más de ser amiga del Presidente, Trinidad Jiménez puja por Madrid por ser ministra de baja intensidad. Los asesores áulicos estiman que por ser mujer conocida está preñada de sufragios.

Ítem más del pobre Corbacho con cara de irse a crucificar a Cataluña. Parece que fue buen alcalde de Hospitalet y que es influyente en el PSC. Pero su cualidad es la de ministro, aunque sea de Trabajo en el país de los desempleados. Sólo es culpable de maquillar estadísticas, pero los responsables de los brazos caídos son el Presidente y su equipo económico. Corbacho es un aficionado a la contabilidad creativa y creen que por ser ministro acapara voto no nacionalista.

Al Poder se le teme pero no se le venera y suscita rechazos en las urnas. En las aguas de la crisis emergerá el tiburón del voto de castigo. De cargo a cargo sólo sirve para las ranas.

Nadie sabe cuántas vidas políticas tiene Zapatero, pero de momento ya ha resucitado de dos presuntas defunciones
IGNACIO CAMACHO
Día 01/09/2010
DESPUÉS de su enésima ejecución política a manos de sus correligionarios, el socialista sevillano José Caballos —veterano recurrente de todas las batallas internas del partido desde los años ochenta, que siempre pasaban de un modo u otro por su apartamiento y/o su vuelta— se retiró a la fuerza del primer plano con una amenazadora definición de sí mismo: «Me voy, pero como los gatos tengo siete vidas y según mis cuentas aún me quedan cuatro». Lo habían defenestrado tres veces, en efecto, y en ninguna de las tres habían logrado rematarlo.

Zapatero no corre por ahora peligro de sufrir un ajuste de cuentas en sus propias filas —todo llegará cuando pierda el poder, y llegado el caso los ejecutores no van a ser piadosos— pero afronta el nuevo curso bajo la sensación general de estar políticamente liquidado. El mandato zozobra sacudido por la crisis, el Gabinete agoniza en estado cataléptico, la legislatura pende del hilo presupuestario y respira gracias al racionado oxígeno de los nacionalistas, y el propio presidente ofrece en las encuestas un encefalograma de moribundo. Rajoy ya se atreve a sugerir que está jugando a formar equipos de gobierno en el tablero invisible de su enigmática cabeza: pese a su prudencia gallega se ve con el capitoné de mudanzas en la puerta de La Moncloa. Sin embargo, es prematuro dar por deshauciado a un hombre que si algo ha demostrado en su errático manejo del poder es una asombrosa capacidad para desdoblarse a sí mismo.

Nadie sabe cuántas vidas políticas tiene Zapatero, pero de momento ya ha resucitado de dos presuntas defunciones. La primera fue tras el fracaso de la negociación con ETA, momento en que todo el mundo dio por finiquitado su mandato bajo los escombros de la terminal de Barajas, y la segunda cuando en el último mayo los célebres «mercados» de la deuda bombardearon como en Pearl Harbour su contumaz optimismo socialdemócrata. Ahora la Presidencia sufre un cuadro crítico agravado: la huelga general, los recortes sociales, el paro en estancamiento casi estructural, la inminente caída del tripartito catalán y el desencanto de un electorado que no parece dispuesto a creer en más piruetas ni más trucos. Pero la legislatura aguantará si el Gobierno logra —que logrará— el respaldo mercenario del PNV a los presupuestos, y luego aún pueden pasar muchas cosas, desde el presentido final de ETA a una posible aunque difícil recuperación económica.

El presidente es un desastre en la estrategia, pero ganaría del tirón un Premio Nobel de la resistencia y de la táctica. Y aunque se vaya dejando vidas en cada huida hacia adelante, todavía es imposible adivinar cuántas reinvenciones le quedan a su elástico avatar de camaleón político. Al fin y al cabo tampoco Rajoy, dos veces perdedor, tiene su capital de oportunidades intacto.

EL VIRUS.
Todavía a un mes de las elecciones internas socialistas y se van agotando los calificativos, las imágenes, las metáforas a semejante velocidad que crecen las amenazas y las protestas. Como corresponde a la política general que disfrutamos, el juego se dirime en el filo de la navaja donde todo está a punto de ganarse o de perderse simultáneamente. En fin, que los médicos de la cosa afirman que el virus de las primarias se extiende a Murcia, Valencia, Canarias y dicen que Aragón y que ello va a destruir sobre todo al mentor de la bicha, Rodríguez Zapatero, quien presumiblemente habrá vuelto de su viaje a Oriente en plan zen, que debe de ser el talante en versión japonesa.

Las elecciones internas para decidir candidatos se han importado a Europa desde las Américas pese a la disparidad de regímenes políticos y protagonistas en juego. Es en los movimientos políticos del tipo del peronismo o los magmáticos partidos estadounidenses donde las primarias cobran todo su vigor. No hay un ideario inmutable y por tanto pueden producirse enfrentamientos mortales entre los precandidatos y permitir sorpresas, como que un mesiánico Menem le ganara en su día la interna al presidente peronista Cafiero o que un político negro con nombres árabes le robara la cartera a la wasp Hilary Clinton. No así en España donde el poderoso centralismo de los partidos impide a los precandidatos a debatir de ideología o estatutos y todo se reduzca a saber quién tiene la sonrisa más ancha.

En cuanto al virus, nunca se había hablado tanto del Partido Socialista madrileño como desde el órdago de Gómez, el entonces invisible. De ahí que en partidos habituados a perder como los socialistas de Valencia o Murcia vean en las primarias una ocasión única para cobrar relieve. Y si hay enconamiento, mejor. Gane quien gane, a no ser una debacle oficialista, ganará el partido, hastiado de tantas mayorías absolutas (y las que restan) del Partido Popular.

Sí...................

Claro.............................

Y?...................................

SI, ¡QUE SE VAN A COMER UNA SOBERANA

MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONGA!

ES DECIR, KKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK

KKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK

KKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK

KKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK.

Te veo crecidito, Muñoz. Con eso de que últimamente casi no se te presta atención, te crees un vencedor. Te pasa lo que a Rajoy, que, como todos los cobardes, se crece ante la adversidad de su enemigo, para luego darse el morrazo en las urnas, como siempre.

Me gusta tu versión de copiador, y también la de Mayusculero, pero.......¿Ya te has olvidado del apuntao y del Ciudadano tontoelano?. No es justo que los dejes así, en el ostracismo, sácalos alguna vez a pasear, que se van a atrofiar en el fonde del armario.

Y, por cierto, ¿quien ese Martín Prieto que copias y pegas?, ¿no será aquel que, cual Bartolín, se inventó un secuestro de ETA porque había pasado la noche fuera de casa con una señorita de alquiler?. E Ignacio Camacho, al que leo, es otro gran periodista. Lástima que sólo tenga un tema, hablar de Zapatero. El día que Zapatero abandone la presidencia, no sé de que va a escribir este infeliz.

Bueno, te envío saludos, que hacía mucho tiempo que no hablaba contigo.

Bnb