Cambrils - Tarragona

Poca gente en España conoce a Aurelio González Villarejo. Pero en Castilla-La Mancha es uno de los empresarios más influyentes gracias a su íntima amistad con Bono y Barreda. Múltiples son sus conexiones con ellos así como sus deudas con CCM. Además, posee varias emisoras de Prisa en Cuenca.


En las últimas semanas están viendo la luz los tejemanejes de José Bono, presidente del Congreso y y ex presidente de Castilla-La Mancha. Primero fue el piso que compró a su hijo en el centro de Madrid y ahora el chalé que su vástago posee cerca de Toledo. En ambos casos aparecen nombres de empresarios y constructores que destacan por ser amigos íntimos del ex ministro de Defensa y que además hicieron carrera y fortuna con él en el gobierno manchego.

En el caso de Madrid, el empresario era Rafael Santamaría y en el del chalé, Aurelio González Villarejo. Éste último construyó las viviendas en la localidad toledana de Olias del Rey.

Conquense de nacimiento, González Villarejo es actualmente uno de los mayores deudores de Caja Castilla-La Mancha, intervenida actualmente por el Banco de España debido a su pésima gestión. Y en esta pésima gestión de concesión de créditos a un grupo reducido de empresarios, que curiosamente comparten una gran amistad tanto con Bono primero como con Barreda después. Actualmente, adeuda a la caja unos 220 millones de euros.

Pero además, al constructor del chalé del hijo de Bono le gustan los medios de comunicación. Según han podido saber LD y esRadio, González Villarejo posee ya tres emisoras del grupo Prisa en la provincia de Cuenca. Hasta hace pocas fechas poseía dos, una de ellas la SER y la otra los 40 Principales. Pues bien, dos meses atrás en un concurso de licencias en Castilla-La Mancha recibió una más, la Cadena Dial.

Actualmente, el amigo de Bono está ahogado por las operaciones que a lo largo de los años ha realizado sin ningún tipo de mesura. Así, está implicado de manera importante en el hundimiento de la Inmobiliaria Colonial y su filial Riofisa al igual que del aeropuerto de Ciudad Real, donde también invirtió gran cantidad de dinero. También está en problemas por la paralización del PAU de las 20.000 viviendas en la localidad toledana de Illescas.

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Creo que si hubiese una oposición como Dios manda, aquí hay mucha tela para cortar, como en Andalucía,Cataluña, y en todos los sitios donde mandan los pesoeteros que afortunadamente cada vez son menos.

La Gaceta revela este domingo que el presidente del Congreso ha comprado otro ático en el céntrico barrio madrileño de Salamanca por la cantidad de un millón de euros. El piso se levanta en un conjunto residencial de gran tamaño e incluye piscina climatizada y vigilancia las 24 horas del día. Tiene 106 metros cuadrados de superficie y una terraza de once, y fue comparado a través de la sociedad Ahorros Familiares Saja, en cuyo consejo de administración aparece como figura visible la mujer de Bono, Ana Rodríguez Mosquera.

El ático fue terminado en 2009 y dispone de dos dormitorios y dos baños, uno de ellos con hidromasaje, y está valorado por la promotora en nada menos que 991.600 euros. La hipoteca suscrita por Ahorros Familiares Saja en noviembre del año pasado sólo responde, no obstante, a un préstamo de 550.000 euros.

La Gaceta asegura que la diferencia entre ambas cantidades no responde a un rebaja en el precio de la vivienda, puesto que es poco probable que se haya rebajado el precio de la vivienda para la familia Bono. El distrito de Salamanca es el más caro de Madrid en cuanto a coste del suelo se refiere, y el precio de ese edificio no baja de los 7.000 euros el metro cuadrado, según otros propietarios del inmueble.

El diario publica que la compra y la inscripción de la hipoteca se produjeron sólo un par de meses antes de la adquisición de otro piso en el centro de Madrid y también valorado en un millón de euros. El inmueble fue un regalo para su hijo, José Bono Rodríguez, y todavía está siendo reformado por varias empresas albaceteñas a las que el presidente del Congreso paga el alojamiento.

Ahorros Familiares Saja

La titularidad del ático es de Ahorros Familiares Saja, y según el Registro Mercantil consultado por La Gaceta, esa misma dirección donde se encuentra el piso es la del domicilio social de la empresa desde diciembre de 2009.

Según declaraciones del equipo de seguridad del complejo al diario, la vivienda está vacía. El teléfono que los vigilantes utilizan para llamar en caso de incidencias es un número de Toledo que no coincide con el anterior domicilio social de Ahorros Familiares Saja, que estaba en Madrid.

Esta compañía fue constituida en marzo de 2004 en un registro de Toledo con un capital de 630.000 euros. Seis años después, los últimos datos confirman que ha permanecido casi invariable: ahora es de 658.000. La compañía declara tener cuatro empleados y unos gastos de personal de 77.761,97 euros, junto a un activo que roza los dos millones, publica La Gaceta.

La empresa está administrada solidariamente por Ana Rodríguez Mosquera, la esposa de Bono, en solidaridad con Pablo Muñoz Cañego, presente en todas las sociedades del matrimonio Bono y sus hijos.

La inmobiliaria Sando

Continúa el diario publicando que la promoción a la que accedió la familia Bono es obra de la promotora Agofer, comprada en 2007 por el Grupo Inmobiliario Sando, y propiedad de José Luis Sánchez Domínguez, constructor malagueño fundador de la undécima constructora en el ránking del ladrillo español.

Sando, dice La Gaceta, se vio obligado en 2008 a refinanciar la mitad de su deuda de 1.500 millones, repartida con una decena de entidades. Lo consiguió sin problema gracias a que más de la mitad del negocio recaía sobre la obra civil y el área de concesiones seguía creciendo. De modo que Sando ha obtenido en los últimos trs años concesiones de 260 millones de euros por parte de las administraciones públicas.

Sando ha sido noticia en los últimos meses por su implicación en el caso de Mercasevilla. A sus directivos se les investiga por haber intervenido para adjudicarse el derecho a compra de los terrenos de Mercasevilla y obtenerlos, pese a que su oferta fuera inferior a la de otras constructoras competidoras.