Cambrils - Tarragona

San Eulogio es el más importante de los Mártires de Córdoba, y San Rodrigo y Salomón son los más característicos. Estos tres y muchos otros santos dieron testimonio de Cristo con sus virtudes cristianas, y después con el martirio en Córdoba, importante ciudad andaluza en donde nacieron Séneca, Lucano, Averroes, Góngora, Pablo de Céspedes, entre otros.

Esta ciudad les fue arrebatada a los visigodos por los árabes, y logró su apogeo cultural en el siglo X, antes de ser reconquistada. Los musulmanes no siempre fueron feroces perseguidores de los cristianos, a los que les imponían sólo que no dieran públicamente testimonio de su fe, y sobre todo que dieran periódicamente un tributo.

A esto se debieron algunas reacciones contra la dominación musulmana que eran aplastadas con esporádicas persecuciones. De estas reacciones fueron protagonistas Rodrigo, Salomón y Eulogio. No sabemos casi nada de Salomón, antes del encarcelamiento que sufrió con Rodrigo, y que terminó con el martirio por degollación.

De San Rodrigo sabemos que fue sacerdote y que tenía dos hermanos, uno católico y otro musulmán, que peleaban continuamente. Un día se pelearon seriamente y Rodrigo quiso poner paz entre los dos, pero recibió palos de uno y otro. Los musulmanes consideraron a Rodrigo traidor y, ante su obstinación, resolvieron encarcelarlo y después lo martirizaron.

San Eulogio también era sacerdote; no pudiendo aceptar la pasividad de los cristianos, escribió y habló abiertamente contra el Corán. Fue encarcelado, pero como animó a sus compañeros con una eficaz exhortación a los mártires, lo dejaron en libertad. Fue nombrado Obispo de Toledo, pero no alcanzó a ser consagrado, porque fue decapitado.