Cambrils - Tarragona

Vivimos en la sociedad de los anuncios y del marketing. De las formas sin fondo. El último ejemplo está en la pasada semana. Tan sólo 24 horas después del “debate sobre el estado económico de la Nación”, el Presidente anunciaba una nueva ley “fundamental para la salida de la crisis”. La nueva Ley se llama Ley de Economía Social, es pionera en Europa, vanguardista y no tiene, una vez mas, contenido.

Se trataba de anunciar a las cooperativas que el gobierno pretende unificar el marco jurídico de éstas organizaciones, para darles interlocución, sin precisar donde, ni cuando, ni como. El presidente dijo que en las “cooperativas prima la persona sobre el capital”, minutos después de que el presidente de Mondragón asegurase que ellos, para seguir vendiendo y ganando dinero, habían deslocalizado 17.000 empleos en aquellos países en los que hay consumo como Rusia. Pasmoso. Cada uno a su rollo.

Y para rollo el del Pacto. ¿Hace falta un Pacto para la crisis? Yo creo que no, para la crisis lo que hace falta es un gobierno que gobierne. Si el Presidente creyese que tenía dominada la situación, nunca hubiera ofrecido un pacto a la oposición. El rey de la foto, no cede un solo voto. ¿Por qué ofrece Pacto el presidente porque no tiene ni idea de cómo sacarnos de una crisis en la que nos metió sin enterarse. Así de crudo. Y lo peor es que sigue sin ser consciente.

Si el miércoles Zapatero aseguraba crecimiento para el 2010, el viernes el Banco de España argumentaba una contracción del PIB del -0,6% (tres décimas más que la previsión de Salgado). Y así, no hay manera. Campa de road show asegurando que no habrá recuperación hasta que se estabilice el ladrillo, y Zapatero explicando que sin ladrillo se vive mejor. Es el país del desconcierto y las medias verdades. Habrá pacto porque se inventarán dinero nuevo para los nacionalistas viejos. Y harán héroe a Aznar, quien nos llevó tarde a una guerra, pero con el estómago lleno y nómina al final de mes. Ahora estamos en la guerra de Afganistán, pero con cinco millones de parados y colas en Cáritas. Para poder comer.
Pilar García de La granja.