Cambrils - Tarragona

La presunción de inocencia.


Soraya Sáenz de Santamaría va a la Cope, a decirles a sus oyentes que el PSOE es tremendamente malo. Tan malo que el informe preparado por el PP demuestra que el Gobierno y la fiscalía persiguen a los dirigentes de su partido. Se pueden ahorrar el trabajo de elaborar un informe, porque ya sabemos muchos lo que va a decir.

La estrategia está clarísima. Decirle a los suyos que las presuntas corrupciones del PP son un invento del PSOE. De esa forma los malos no son los corruptos, sino los que denuncian las corruptelas. Los más de cien imputados por presuntas causas de corrupción son un invento del Gobierno, del PSOE, de la justicia, de la policía y de todo el mundo.


Parece que uno de los argumentos utilizados en ese informe, es que los fiscales no actúan contra el vicepresidente del Gobierno y anterior presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Sáenz de Santamaría acusa a la fiscalía de "absoluta inactividad" en la persecución de un "delito grave.

Ella que es defensora de la presunción de inocencia en los casos de presunta corrupción del Partido Popular, cuando dice "delitos graves" omite la palabra "presuntos". Ya ha dictado sentencia. Y lo peor es que también omite que la fiscalía ya ha actuado y la justicia ya ha sentenciado diciendo que las denuncias sobre Chaves son absolutamente infundadas. La presunción de inocencia es para todos, incluso para los que no son del Partido Popular.

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Turismo en declive


Todas las alarmas han saltado por la disminución del número de turistas en el presente periodo estival, también porque el turismo de mochila low cost está desplazando al turismo familiar y tradicional que había constituido el núcleo duro del negocio.

Seguro que la crisis económica ha tenido su parte de culpa en este importante retroceso, pero debemos pensar también que atraer turismo es incompatible con mantener un país donde muchas de sus ciudades superan los niveles de contaminación atmosférica recomendados por la OMS, huelen a orina y en donde la caza al turista por parte de grupos organizados de carteristas está desbancado la popularidad de la sangría, la paella e incluso la siesta.

El ruido excesivo, la destrucción del litoral, la presencia de desechos por doquier y un sector como la restauración que en muchos casos fija unos precios que no responden al servicio prestado serían otros de los elementos a analizar.
Por el peso que tiene el sector, merece la pena una profunda reflexión a nivel nacional que permita subsanar deficiencias, atraer turismo de calidad y de paso mejorar el civismo y la calidad de vida de nuestras gentes.

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Bnb