Cambrils - Tarragona

Diferencias abismales.

Si, pareciere imposible, pero no, no es imposible, ellas están ahí, se sienten en el ambiente, se ven cuando hay la comparecencia, aunque sea por separado.

El Ruiz Gallardón, apareció ayer en ese programa de: pregunte lo que quiera y le responderé lo que en gana me apetezca, o algo así es el meollo del programeja, el caso es que el Gallardón se presenta absolutamente aplomado, capacitado y hasta se le nota sincero, cosa rara en un político, y no digo que lo sea, porque sigo en mi premisa de que no hay uno derecho.

La enorme diferencia con su jefe de partido PPtero, es diferencialmente, diferente, concluyente y aplastante, nada por cierto que ver con el González Pons ese, de sonrisa expectante, de pose forzada, de ideas un tanto trasnochadas, de una vuelta mas a la tuerca, pero las diferencias están ahí, y hasta un parapléjico cerebral lo percibe sin mucho esfuerzo, me pareció sosegado, tranquilo y capaz, nada que ver con el de la barba blanca y pelo negro, (cosas de la genética? O de frasco?,) que se muestra distraído, incapaz, incómodo y parece que su impronta es el desvarío, aunque de vez en cuando le pegue a la diana, pero la flauta a veces suena por casualidad.

Del gobierno hablaremos mañana, porque lo que tiene encima es duro, muy duro, y no quiero se me acuse de instigador, que acá cada quien toma de las cosas, lo que le conviene, para calentar su sardiana, y yo voy a ver si caliento la mía, sin que se me socarre.

UNO MAS.