Santervás del Burgo - Soria

Lo primero, pido permiso públicamente al Francis para contar sus aventuras con las féminas santervasinas en relación con el desaparecido arroyo de la fuente (verano del 96) y con el barranco del Burgo (verano del 9. Si en 20 minutos no he recibido respuesta en contra, entenderé que me autoriza a arrojar luz y taquígrafos sobre esa etapa tan oscura de su vida.
Como aperitivo contaré lo acontecido en el verano del 94. En aquellos días, algunos empezábamos a descubrir los placeres del tabaco y, sobre todo, de lo duros que parecíamos a ojos de los demás con un cigarrillo en la comisura y diciendo frases como “...a mí es que es Lucky me sabe a paja tío...” o “...amí en mi instituto me llaman Chester...” etc. Pues bien, el Toño, fiel a su rígido código de conducta y moralidad, se negaba a vendernos tabaco alegando que no teníamos edad y a que se lo iba a decir a nuestros padres y/o abuelos. Ante eso sólo nos quedaba ir a Fuentearmegil a por el preciado material y eso es lo que hicimos el día antes de la fiesta. Creo recordar que fuimos Pakis, Markis, Rubén, Eduardo y yo, y regresamos de an’ca la Germana cargados cada uno con sus 2 o 3 paquetes de lucky. No se nos acurrió mejor escondrijo que una ventana del corral que mi abuelo tiene en la chopera de en frente de la escuela, con tan mala suerte que al dejarlo se nos cayó dentro y tuvimos que meternos dentro a
buscarlo. El tema es que había allí una plaga de pulgas del copón, y salimos todos con los pantalones llenos de puntitos negros, cosa que sólo advertimos una vez que habíamos salido a la luz y estábamos saboreando nuestros luckys (“...mira que oes hago con el humo tío...”). imaginaos al Eduardo al ver las pulgas gritando y corriendo hacia el pilón con el cigarro en la boca y tirándose casi de cabeza, con pantalones y todo, y a los demás saltando y sacudiéndonos los pantalones jurando en hebreo. Nunca más volvimos a meternos en aquél corral. Cuenta la leyenda que algún paquete de Lucky aún permanece allí esperando a que alguien lo rescate...

PD: Un abrazo al Markis y familia, este verano espero verte por allí tío.

Que buena Sergio!!

Solo de recordarlo me pica el cuerpo otra vez, una pasada!!

Yo no se lo que tenia tu abuelo en aquel corral si una cuadrilla de pulgas o un enjambre de ellas pero que fui al pilón directo del picor que tenia lo sabe hasta el toño!! que pasada


Una gran aventura, lo que es yo no entro a ese corral ni loco!!


Saludos Sergio


Eduardo

Chicos! lo mejor es que después de que os largárais corriendo al pilón entré yo a coger el susodicho Lucky -creo que el Zippo de alguien también cayó- y salí sin ningun tipo de ser viviente enganchado...
Edu tio, fue muy bueno verte correr con semejante alfombra de puntitos negros a tu alrededor a modo de aura...era como en los dibujos animados ! Me recordó a la peli, La Mosca jajaja
salu2. Rubén

sergio no seas cabron! algunas anecdotas han d kedar para siempre en nuestro recuerdo y nunca salir a la luz...