Foto: Río El Valle LUNA DE NOCHEBUENA Por el hueco estrecho de la chimenea, se coló la luna de la Nochebuena. Esparció sus rayos por la casa entera, pero nadie había que pudiera verla. Recaló en los cuartos, traspasó las puertas, pero no vio nada, nada, nada sino pena. Polvo en los estantes, polvo en la alacena, polvo en la tarima, del hogar sin leña. Y la luna triste de la Nochebuena, preguntó a las cosas la razón cual era. Pero ¡ay! las cosas, tan calladas ellas, sequedaron mudas tras su polvoriencia. En la luz difusa de la aurora mientras, se perdió la luna de la Nochebuena. Y quedó en la casa su constante piedra, fría, como siempre, sola, pero bella. Tierra conmovida diusteño |