CAMPANAS DE MI LUGAR
Las campanas de mi pueblo
las que al nacer me llamaron
a la Iglesia parroquial,
y en brazos de mi madrina
cristiano me consagraron
en la pila bautismal.
Las que me vieron llegar
en señalada ocasión,
por la calle de la Iglesia
a tomar la comunión.
Las que otro día volteando
a la Iglesia me llamaron,
anunciando la llegada del Obispo
a dar la confirmación.
Las que me vieron subir
a lo alto el campanario,
como humilde monaguillo
para tocar al rosario.
Que no enmudezcan jamás,
que ya hay pocos que conozcan
y sepan interpretar
sus tañidos cuando tocan.
A misa por la mañana
convocaban cada día,
y al Ángelus invitaban
justo en el mediodía.
Quizás ya se deconozca
y no se sepa interpretar,
cuando tocaban a fuego
llamando a colaborar.
Campanas de mi lugar
cuando os contemplo en silencio,
el alma se me estremece
pensando que llegue el día
que enmudezcais para siempre
porque no haya quien os toque.
Las campanas de mi pueblo.
Campanas de mi lugar,
que ni la larga distancia,
ni el paso de mucho tiempo
jamás me harán olvidar.
diusteño