HAYA GRANDE PARTIDA
Ahí estás Haya Grande partida por el rayo
que te arrasó después de haber tenido
como un haya frondosa que da sombra,
sin pensar nunca lo que habías servido
y viendo que ahora, ya nadie te nombra.
Ya no posarán más las aves pasajeras,
porque al verte caída ya se han ido,
solo tus ramas servirán para leña,
ya no construirán las aves hoy sus nidos
y de tí en su lugar, ya no hay ni señas.
Qué apesar que estés Haya caída,
en este invierno gélido que nos azota,
ya no podrán descansar bajo tus ramas,
tantos viajeros, que de tanto caminar se agotan
y allí sentados, peinaban ya sus canas.
Haya caída que un día fuiste Grande
y que de tanto servir no tienes dueño,
pues todo el mundo se paró en tu sombra
y fue tanto el cariño, que hasta sueño,
les dio a todos por dormir de sobra.
Adiós, HAYA GRANDE, me despido
y si quieres vivir anda y retoña,
pues es tanto el amor que hay en tus hojas
que por secas que estén, tanta carroña,
te habrán de alimentar, hoy se me antoja.
anónimo
diusteño